Así lo ha avanzado Alonso durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados para presentar el presupuesto de su Departamento para 2016, y en la que se ha referido al Plan Estratégico para el abordaje de la Hepatitis C, que será actualizado «en los próximos meses» con la incorporación de nuevos medicamentos.
«Eso nos va a permitir acelerar y seguir priorizando el acceso -a estos medicamentos- de un mayor número de pacientes», ha subrayado el ministro de Sanidad.
En este sentido, ha recordado que este Plan contemplaba la atención a 52.000 enfermos de hepatitis C, de los que -ha señalado- más de la mitad ha recibido ya su tratamiento.
«Se está dando una respuesta eficaz, pero todavía se puede profundizar en la actualización de este plan con la incorporación de los nuevos fármacos», ha dicho.
Para hacer posible que estos fármacos innovadores se incorporen al sistema, el ministro de Sanidad ha destacado la importancia de seguir trabajando sobre el sistema de precios y las compras centralizadas que, en esta legislatura, han supuesto un ahorro de 5.000 millones de euros.
Durante su intervención en el Congreso, Alonso ha defendido los presupuestos de su Departamento para 2016, que crecen un 5,3% con respecto al ejercicio anterior, hasta los 2.021 millones de euros, y de los que un 80% están destinados a Servicios Sociales e Igualdad.
«La idea es que nadie se quede atrás en esta nueva etapa de crecimiento», ha afirmado el ministro tras afirmar que la prioridad es la atención a las personas en riesgo de exclusión social, los menores, las familias, las mujeres, los mayores, las personas con discapacidad y dependientes y los jóvenes, en especial los que tienen empleo.
Ha destacado el aumento del 10 % en la partida destinada a Familia e Infancia y el crecimiento de 5,9 puntos en los presupuestos dirigidos a consolidar la Ley de Dependencia, que ha culminado su implantación.
Ha reiterado el compromiso de su Ministerio con la igualdad entre hombres y mujeres y la lucha contra la violencia machista, partida que crece hasta los 25,23 millones de euros.
Desde el PSOE, el diputado Luis Carlos Sahuquillo ha denunciado la «destrucción» del Estado de Bienestar llevada a cabo por el Gobierno del PP y ha lamentado que estos presupuestos «no reflejen la voluntad de corregir la pobreza y la desigualdad», sino que profundizan en la brecha social.
En cuanto al presupuesto sanitario, el socialista Jose Martínez Olmos ha acusado al Ejecutivo de mantener el rumbo de recortes que han generado -a su juicio- menos equidad y calidad en la sanidad pública.
La diputada de Unió Concepció Tarruella, en su despedida parlamentaria, ha reprochado al Gobierno que no haya dialogado ni admitido ninguna propuesta de la oposición, mientras que Carles Campuzano, de CiU, ha lamentado que el Ejecutivo no le haya dado al sistema de Dependencia el «músculo financiero para garantizar su futuro».
«No nos podemos creer la preocupación social cuando al mismo tiempo se hace todo lo posible por desmantelar la sanidad universal», ha censurado por su parte la diputada de la Izquierda Plural Ana María Castaño.
Para Julio Lleonart Crespo, de UPyD, estas cuentas no compensan los recortes de los últimos años que han provocado «casi la extinción de los servicios sociales y daños a servicios sanitarios difíciles de reparar».
En este sentido, desde el Grupo Mixto, Rosana Pérez ha afirmado que «el Gobierno y sus políticas antisociales han reducido el Estado de bienestar a la mínima expresión».
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