Celta de Vigo: Sergio Álvarez; Jonny, Cabral, Fontás, Aurtenetxe; Krohn-Dehli, Rafinha (Madinda, min.70), Augusto Fernández (Alex López, min.57); Nolito, Orellana y Charles (Bermejo, min.65).
Real Madrid: Diego López; Arbeloa (Coentrao, min.56), Nacho, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Casimiro (Willian José, min.68); Khedira (Illarra, min.56); Modric, Isco y Morata.
Goles: 1-0 Charles, min.42; 2-0 Charles, min.62;
Árbitro: Hernández Hernández (colegio canario). Mostró tarjeta amarilla a Orellana (min.17) y Cabral (min.76) por parte del Celta de Vigo, y a Sergio Ramos (min.76) por parte del Real Madrid.
El Real Madrid no aprovechó los pinchazos del Atlético de Madrid y el Barcelona y perdió sus opciones de luchar por el título de la liga BBVA en la última jornada, después de perder en Balaídos ante el Celta de Vigo (2-0), en un partido en el que dos errores monumentales de Sergio Ramos y Xabi Alonso condenaron a su equipo.
Mermado por las bajas de muchos de sus titulares -Cristiano Ronaldo, Benzema, Di María, Pepe y Carvajal-, Carlo Ancelotti, que también reservó al galés Gareth Bale, sacó un once de circunstancias.
Alineó en el centro del campo al brasileño Casemiro, quizás pensando en el recambio de Xabi Alonso para la final de la Liga de Campeones contra el Atlético de Madrid, y en la línea más ofensiva situó a Khedira, quien seis meses después de romperse la rodilla volvió a jugar un partido oficial.
Pero al alemán, al que muchos ven como sustituto del internacional español en Lisboa, se le vio falto de ritmo, lo que alimenta las opciones de Casemiro de ser el elegido por el técnico italiano, aunque tampoco está descartada la opción de Illarramendi, que jugó la segunda parte en Vigo.
El Real Madrid, que dependía de lo que hiciesen el Atlético y el Barça en sus partidos para llegar con opciones a la última jornada, se encontró enfrente con un Celta mucho más enchufado que su rival, que en toda la primera parte no dio la impresión de estar jugándose un título.
Tuvo un par de oportunidades, primero en las botas de Morata y después en las de Isco, pero acusó en exceso las ausencias de Cristiano Ronaldo, Benzema y Bale, sus tres futbolistas más desequilibrantes de cara a gol.
No es que tuviese muchas más el Celta en el primer acto, pero un monumental fallo de Sergio Ramos al borde de su área lo supo explotar Charles, después de robarle la cartera al central madridista, para superar a Diego López.
Pidieron los futbolistas blancos falta del delantero brasileño en esa acción, pero Hernández Hernández, al que Ancelotti en el descanso también le protestó airadamente, concedió un gol que hizo reaccionar al Real Madrid.
Porque la imagen del conjunto madrileño en la segunda parte fue otra bien distinta. En apenas seis minutos tuvo más ocasiones de gol que en los primeros cuarenta y cinco minutos, pero unas veces la falta de acierto y otras la espectacular actuación de Sergio Álvarez evitaron el empate.
El Real Madrid, que en ese momento sabía que sus rivales por el título no estaban ganando, se lanzó a por el triunfo. Y el guión del choque pudo cambiar si el árbitro señalara, en el minuto 50, un claro penalti de Aurtenetxe sobre el croata Modric.
Siguió buscando meterse en el partido el conjunto madridista, pero otro error infantil, esta vez de Xabi Alonso al querer ceder a Diego López, acabó por matar a su equipo, tras un nuevo tanto de Charles, que se había quedado sólo en el mano a mano.
Fue un palo tremendo para un Real Madrid que no cedió en el empeño de engancharse al duelo y a la Liga, pero que una y otra vez se encontró con un gigantesco Sergio Álvarez, decisivo con dos nuevas paradas a remates de Coentrao e Illarramendi.
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