El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, percibió en 2011 un salario bruto de 176.000 euros, en línea con el año anterior, según consta en el informe anual de la entidad.

Fernández Ordóñez, que dejará el cargo este domingo, día 10 de junio, mantuvo así su retribución con respecto a los 165.000 euros brutos que percibió el año anterior, ya que no se incluían los complementos de antigüedad y ayuda familiar, que sí que vienen contabilizados en esta ocasión en el informe.

El gobernador del Banco de España, que será relevado en el cargo por Luis María Linde, vio ya recortado su sueldo un 15% en 2010 como medida para alinearse con el recorte de los salarios en las administraciones públicas anunciado por el entonces Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero para reducir el déficit público.

Por su parte, el subgobernador del Banco de España, Francisco Javier Aríztegui, percibió por los mismos conceptos en 2011 un total de 199.000 euros. Esta cantidad fue superior a la de Fernández Ordóñez, ya que Aríztegui tiene mayor antigüedad en la institución.

Los miembros no natos del Consejo de Gobierno perciben un salario anual bruto de 52.000 euros y, en caso de que pertenezcan a la Comisión Ejecutiva, el salario anual bruto es de 65.000 euros.

Además, los miembros de los órganos de gobierno perciben cantidades iguales en concepto de dietas por asistencia a las sesiones de dichos órganos, fijadas en 1.026 euros por sesión del Consejo de Gobierno y 492 euros por sesión de la Comisión Ejecutiva.

Despedida

Fernández Ordóñez ha reclamado que entre los principios para encarar el saneamiento de la banca española deben primar el de limitar «en lo posible» el uso del dinero público y reducir «al mínimo» el tiempo de presencia del Estado en las entidades.

En su discurso pronunciado ante el consejo de gobierno del Banco de España, que será su última intervención antes de ser sustituido por Luis Linde, Fernández Ordóñez recomienda al Gobierno seguir estos principios a pesar de que los cambios en las condiciones económicas y de los mercados han obligado «a irlos modulando».

El gobernador saliente, quien tilda de «crucial» continuar con la reestructuración del sector como condicionante de la «pauta de salida» de la recesión, también apunta a seguir con el impulso de procesos de integración para contrarrestar la «excesiva» fragmentación y el sobredimensionamiento del sector.

Para Fernández Ordóñez, la banca tendrá además que reforzar su solvencia y fomentar la transparencia, al tiempo que emplaza a resolver las «debilidades» estructurales del modelo de las cajas de ahorros.
Fernández Ordóñez valora la creación del Fondo de Reestructuración Ordenada bancaria (FROB), al considerar que contribuyó de forma «muy positiva» a la relajación de las tensiones en los mercados en la primera mitad de 2011, con la prima de riesgo por debajo de los 200 puntos básicos.
Se congratula también de que la transformación de las cajas en bancos, con la desaparición de unas 30 entidades, quedó «en la mayoría de los casos» en manos de otras «más sólidas y eficientes».
En este sentido, concreta que el número de empleados y de oficinas se redujo en un 12% a cierre de 2011, con lo que se situó en cifras similares a las que existían en 2004.

El todavía gobernador del Banco de España recuerda que las empresas y familias aún deben acometer un proceso «relativamente dilatado» de reducción de sus niveles de endeudamiento, por lo que avisa de que, «en el corto plazo», la recuperación del crecimiento «no podrá apoyarse» en el crédito, tal y como sucedió en el pasado. Por último, cifra en un 4% la caída del crédito al sector privado no financiero en 2011.