El principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, con todos los valores con pérdidas, ha cedido 286,90 puntos, el 3,39 por ciento, hasta 8.166,60 puntos, nivel similar al registrado a mediados de diciembre pasado. El retroceso anual se eleva al 4,67 por ciento.
De las principales plazas europeas, París ha caído el 3,58 por ciento; el índice Euro Stoxx, el 3,41 por ciento; Fráncfort, el 3,4 por ciento; Milán, el 3,39 por ciento, y Londres, el 1,86 por ciento.
La bolsa española empezó la sesión con pérdidas moderadas y en poco tiempo perdía el nivel de 8.400 puntos ante las informaciones que hablaban de las dificultades existentes para conseguir que los acreedores acepten la quita propuesta para la deuda griega, aunque con posterioridad las autoridades helenas lo desmentían.
Mientras sobrevolaban los datos económicos de la víspera -menores previsiones de crecimiento en China y las estadísticas de actividad en el sector servicios en Europa-, el mercado de deuda presionaba.
La rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años superaba el nivel del 5 por ciento, mientras que la prima de riesgo avanzaba hasta 320 puntos básicos.
Con los datos del PIB de la zona euro del cuarto trimestre del año pasado, que cayó el 0,3 por ciento, la bolsa se dirigió hacia el nivel de 8.300 puntos, que le sirvió de referencia hasta la apertura de Wall Street. La subasta de deuda griega apenas inquietó al mercado.
Antes del mediodía, y mientras aumentaban las ventas en el mercado de deuda, la bolsa española abandonó definitivamente el nivel de 8.300 puntos. Poco después se conocía que la economía brasileña había crecido el 2,7 por ciento el año pasado, casi un tercio menos que en 2010.
Las pérdidas se acrecentaron con la apertura a la baja de Wall Street, que cedía más del 1 por ciento, lo que coincidía con la depreciación del euro, que se aproximaba a 1,31 dólares (había comenzado la sesión en 1,32 dólares), y el retroceso del petróleo Brent, que perdía un dólar y medio por barril, hasta 122,5 dólares.
Al final de la sesión, con la bajada de las plazas europeas, la bolsa española ha perdido el nivel de 8.200 puntos y se ha situado en cotas desconocidas desde mediados de diciembre pasado.
Todos los grandes valores han bajado: BBVA, el 5,42 por ciento; Banco Santander, el 4,48 por ciento; Telefónica, el 2,85 por ciento; Repsol, el 2,78 por ciento, e Iberdrola, el 2,46 por ciento.
Sacyr ha estado a la cabeza de las pérdidas con un descenso del 6,68 por ciento, seguida por Gamesa, con un retroceso del 6,46 por ciento, en tanto que Abengoa bajaba el 6,37 por ciento, y Caixabank, el 6,09 por ciento.
Con pérdidas comprendidas entre el cinco y el seis por ciento concluían la sesión ArcelorMittal (5,49 %); BBVA, e Indra (5,39 %), en tanto que otros tres valores bajaron entre el cuatro y el cinco por ciento: Técnicas Reunidas (4,84 %); Mediaset (4,54 %), y Banco Santander.
En el mercado continuo destaca la bajada del 10 por ciento de Urbas, mientras que el primer puesto por ganancias de la docena de valores que subieron ha correspondido a GE Inversión, que ha avanzado el 9,87 por ciento.
Antes del cierre del mercado de deuda, la rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años subía diecisiete centésimas y se situaba en 5,13 por ciento, en tanto que el rendimiento del bono alemán bajaba cuatro centésimas, hasta el 1,78 por ciento.
El efectivo negociado se ha situado en 2.678 millones de euros, de los que más de 450 fueron intermediados por inversores institucionales.
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"Recogida " de beneficios, claro.-