El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su intervención en la tradicional Fiesta de la Rosa. | Reuters

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó ayer la tradicional Fiesta de la Rosa del PSE para pedir a la izquierda abertzale más pasos firmes y decididos si es que quiere convencer de su rechazo a la violencia de ETA.

Zapatero acudió por última vez como presidente del Gobierno a esta fiesta en Durango, donde estuvo arropado por unos 6.000 militantes, y donde fue recibido con tímidos gritos de «presidente, presidente».

Zapatero aprovechó su presencia en Euskadi para reiterarle al PP que no utilice este asunto como arma partidista, instar a la izquierda abertzale a que dé más pasos firmes y pedir a ETA que dé el único paso posible: dejar las armar.

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Así, a la izquierda aberztale le recordó que cuatro meses no bastan para convencer, sobre todo después de cuarenta años de violencia de ETA, ya que hay que dar más pasos «para rechazar, alejarse definitivamente de la violencia y ser partícipes de la democracia, que siempre abre la puerta a quienes quieren ser partícipes de ella de verdad», dijo.

Quiso ser igual de claro con ETA, de la que sólo espera un paso, «solo uno, un paso atrás»: la renuncia definitiva de la violencia «sin condición alguna». ETA debe saber, continuó, que el Gobierno «ni para ni va a parar» un solo día y no va a dejar «respirar» a la banda para que «no coja aire». «Más le vale que dé un paso atrás definitivamente, renuncie a la violencia y contribuya a un nuevo escenario», insistió.

Zapatero criticó al PP porque «persiste en utilizar el terrorismo en la contienda política» a pesar de ver que «se está ganando día a día» la lucha contra la banda. Por eso, tachó la actitud del primer partido de la oposición de «incalificable» y dijo que los socialistas no están dispuestos a aceptarla porque cuando estaban en la oposición «jamás» utilizaron a ETA en la contienda.
Por su parte, el lehendakari, Patxi López, al que Zapatero alabó en varias ocasiones, defendió que el Gobierno que preside «está recuperando las verdaderas líneas de identidad de Euskadi», que pasan por «construir país desde el acuerdo y el pacto», frente al PNV, que le acusa al de «diluir la identidad de los vascos».

El lehendakari se dirigió a Zapatero para agradecerle públicamente, «en nombre de la ciudadanía vasca», que sea el presidente que «más ha hecho y ha arriesgado» por la libertad y por «poner contra las cuerdas a ETA».

Sobre la izquierda abertzale, afirmó que «todos los que han apoyado al terrorismo están cambiando» y «saben que sólo aceptando» las normas del sistema democrático «podrán hacer propuestas políticas», y pidió esperarles «en esa democracia de puertas abiertas que integra a todo aquél que viene de fuera de ella y quiere hacerlo por primera vez».