Imagen de una prisión francesa. | Europa Press

Dominique Pélicot, el hombre apodado como el 'Monstruo de Aviñón' y acusado de haber drogado a su mujer durante al menos una década para que decenas de individuos la violaran en su propia vivienda, ha vuelto a ausentarse este miércoles del juicio en su contra por motivos de salud después de que fuera hospitalizado el martes por problemas intestinales.

El acusado de 71 años, que se ha sentado brevemente esta mañana en el banquillo de los acusados tras entrar en los juzgados ayudándose de un bastón, ha abandonado poco después la sala del Tribunal de Vaucluse tras ser excusado a petición de sus abogados.

El lunes, Pélicot tampoco declaró ante el tribunal, que ordenó entonces que se le realizaran varios exámenes médicos en aras de decidir si suspender o no el proceso de forma temporal, según informaciones de la cadena de televisión francesa BFMTV.

Sin embargo, el martes la corte dijo haber recibido varios informes sobre la salud de Pélicot --que también sufriría una posible infección urinaria-- que reflejaban que su estado era compatible con su presencia en los juzgados, una decisión que ha sido revertida este miércoles tras su aparición.

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Su equipo legal ha insistido en la necesidad de que se lleve a cabo un análisis forense exhaustivo dado que aún no ha recibido tratamiento médico alguno, por lo que el presidente del tribunal, Roger Arata, ha solicitado una nueva valoración de los expertos durante el día de hoy.

En caso de que su estado de salud mejore, está previsto que vuelva a acudir a los juzgados este jueves para declarar en relación con un caso abierto de forma paralela contra uno de los 51 hombres demandados por Gisèle Pelicot. Este hombre, identificado como Jean-Pierre M., de 63 años, ha sido acusado de violar a su propia mujer --y no a Gisèle-- siguiendo un método similar al de Pélicot.

Jean-Pierre M. habría contado con la ayuda del acusado principal para suministrar también ansiolíticos a su mujer sin su consentimiento en aras de mantenerla inconsciente durante las agresiones, tal y como se le imputa a Pélicot.

Del total de hombres que se sientan en el banquillo por este caso, 35 han reconocido haber mantenido relaciones sexuales, pero han asegurado que no entendían que fuese un abuso no consentido sino un «juego» al que habría accedido la pareja. Solo tres han pedido disculpas de momento.