Así, un tribunal norirlandés ha señalado que el militar, de 53 años, es el responsable de la muerte de McAnespie, que recibió un disparo en la espalda cerca de un puesto de control cuando se encontraba caminando por las inmediaciones. La bala habría rebotado en la carretera para luego impactar contra el joven. Su familia ha acogido el veredicto y ha dicho sentirse «aliviada y feliz» dado que «se ha hecho justicia» a pesar de que han pasado 34 años, según informaciones recogidas por la cadena de televisión BBC.
McAnespie se aproximó al puesto de control fronterizo cuando se dirigía a un partido de fútbol. Ahora, los jueces han señalado que el acusado es «culpable» más allá de cualquier duda razonable.
El acusado, sin embargo, ha insistido en que creía que el arma tenía el seguro puesto, pero los jueces han recalcado que «no debió darlo por hecho». «El acusado debió tener en cuenta en el momento en que apretó el gatillo que si el arma estaba amartillada podría acarrear consecuencias mortales», ha afirmado. El fallo indica que el acusado violó dos «reglas de oro», que incluyen no apuntar nunca un arma a menos que se esté dispuesto a abrir fuego y evitar en todo momento las posibilidades de que se produzca un disparo por negligencia.
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