Según ha explicado el Ministerio de Exteriores marroquí en un nuevo comunicado, el tercero en 24 horas, el monarca ha reiterado sus «instrucciones» a ambos departamentos para que «la cuestión de los menores marroquíes no acompañados que se encuentran en situación irregular en algunos países europeos se resuelva definitivamente».
Mohamed VI «había subrayado en numerosas ocasiones, incluso ante jefes de Estado extranjero, el compromiso claro y firme del reino de Marruecos de aceptar el retorno de los menores no acompañados debidamente identificados», ha sostenido Rabat.
El Gobierno marroquí resalta que hay «mecanismos de cooperación» con países como España o Francia, que han permitido «el retorno de varias decenas de menores» y se exime de cualquier culpabilidad en la lentitud constatada en el proceso, que vincula «esencialmente a los bloqueos en los procedimientos complejos en algunos países europeos».
Además, asegura que Marruecos es el primer país afectado por las actividades de «ciertos círculos de la sociedad civil, incluso redes criminales, que usan como pretexto las pretendidas condiciones precarias de los menores para instrumentalizarles».
Así las cosas, el Ministerio de Exteriores marroquí asegura que el país «está dispuesto a colaborar, como siempre ha hecho, con los países europeos y la UE, para resolver esta cuestión» y confía en que estos «sepan superar las limitaciones procedimentales para facilitar esta operación».
Advertencia de España
Por otra parte, el Ministerio de Exteriores marroquí ha vuelto a aprovechar para criticar al Gobierno español, lamentando que «la cuestión migratoria, incluida la cuestión de los menores no acompañados, sea utilizada como coartada con el fin de evitar las verdaderas causas de la crisis política actual con España, cuyo origen y fundamentos son bien conocidos».
«Las autoridades marroquíes se reservan el derecho de aportar, en el momento oportuno, las respuestas adecuadas a las acusaciones infundadas del Gobierno español», concluye el comunicado, amenazando una vez más con consecuencias como ya hiciera el pasado 8 de mayo antes de que se produjera la llegada masiva de migrantes a Ceuta el 17 y 18 de mayo tras relajar Marruecos los controles fronterizos.
Rabat insiste así en sus críticas a las declaraciones realizadas la víspera por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien tachó de «inaceptable» el último comunicado marroquí --en el que vino a equiparar la cuestión del Sáhara Occidental con el independentismo catalán-- y rechazó que se usara la inmigración como represalia por divergencias en materia de política exterior entre los dos países.
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