La fuerza conjunta acordada por Malí, Chad, Mauritania, Burkina Faso y Níger de 5.000 efectivos para combatir el terrorismo y el crimen organizado en el Sahel ha recabado 414 millones de euros de los donantes, de los cuáles la UE y los estados miembro aportarán 176 millones, en la conferencia de alto nivel organizada conjuntamente por la UE, la ONU y la Unión Africana en Bruselas, a la que han acudido 32 jefes de Estado y de Gobierno y más de 60 delegaciones.
"En total hemos movilizado un apoyo de 414 millones de euros, va más allá de las expectativas iniciales", ha anunciado en rueda de prensa la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, que ha confiado en que las ayudas anunciadas contribuyan al objetivo de hacer operativa la fuerza "en marzo".
El presidente en ejercicio del G5 Sahel y presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, ha agradecido el "esfuerzo extremadamente importante" de los donantes pero ha recordado que los fondos anunciados apenas cubren "el primer año de las operaciones de la fuerza conjunta", que ha recordado necesita "423 millones de euros para el primer año".
"Va a hacer falta movilizar también 115 millones de euros para los próximos años. No sabemos cuánto tiempo va a durar esta lucha contra el terrorismo y el crimen organizado" en el Sahel, ha avisado, tras recordar que la lucha contra Estado Islámico en Irak y Siria dura ya tres años.
El mandatario nigerino ha reclamado garantizar una financiación "perenne" para la fuerza conjunta y que no dependa de contribuciones esporádicas y ha defendido la propuesta de los países del Sahel de transformar la fuerza "en un batallón de la MINUSMA (la misión de la ONU en Malí) y que sea financiada efectivamente por Naciones Unidas". "Esto permitiría una solución perenne de financiación", ha remachado, algo que ha recabado el apoyo de "muchos" países y ha confiado en que "pueda ser posible".
También ha insistido en la necesidad de autorizar a la fuerza conjunta a operar "al amparo del capítulo VII de la Carta de la ONU", que autoriza al uso de la fuerza ofensiva, a la luz de los desafíos de terrorismo, narcotráfico y tráfico de armas y de personas en la zona.
MAYOR MOVILIZACIÓN INTERNACIONAL
"Hace falta una movilización más grande del conjunto de la comunidad internacional, como lo ha hecho en Irak, en Siria", ha afeado el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, que ha lamentado la falta de "eficacia y coherencia" de las diferentes acciones lanzadas en el Sahel por diferentes actores y ha insistido en que la ayuda a la región está "muy por debajo" de los casos de Irak y Siria.
"El terrorismo no conoce fronteras", ha avisado, al tiempo que ha defendido que el Consejo de Seguridad de la ONU autorice "un módulo de apoyo logístico financiados por las contribuciones a reembolsar" o bien integre la fuerza conjunta del Sahel en la MINUSMA.
Mogherini ha insistido en que se han recabado las "ayudas indispensables" --tanto contribuciones nuevas como el aumento de ayudas ya avanzadas por algunos países-- para garantizar la operatividad de la fuerza y ha admitido que habrá que garantizar su "sostenibilidad" en el futuro, algo de lo que se ha comenzado a hablar pero no se ha decidido este viernes.
También ha puesto en valor el centro de coordinación "ya operativo" puesto en marcha por la UE para coordinar las contribuciones de equipamientos solicitados por la fuerza de países de la UE y terceros. "Se han recibido 46 peticiones, que están en curso de evaluación", ha precisado.
La UE y los estados miembro aportarán 176 millones de los 414 millones de euros movilizados hoy, ha precisado la jefa de la diplomacia europea, que avanzó a primera hora que la Unión duplicaría su ayuda hasta los 100 millones de euros tras los primeros 50 millones movilizados en julio.
Arabia Saudí aportará 100 millones de euros, Estados Unidos por su parte 51,2 millones de euros, Emiratos Árabes Unidos, otros 30 millones, Turquía cinco millones y Noruega, 1,5 millones, según ha informado a Europa Press un alto funcionario europeo.
AMENAZA EN EL NORTE DE MALÍ Y LIBIA
El presidente en ejercicio del G5 Sahel ha reclamado el desembolso "lo más rápido posible" de los fondos comprometidos para "reforzar las operaciones contra el terrorismo y el crimen organizado, especialmente en el norte de Malí", que se ha convertido en "el corazón de la amenaza" y no ha dado detalles de la operación lanzada este jueves junto con las fuerzas francesas de su operación Barkhane contra yihadistas de Estado Islámico. "No ha terminado. No tenemos todavía los resultados de esta operación, pero demuestra que estamos activos sobre el terreno", ha dicho.
También urge, ha agregado, atajar urgentemente la situación en "otras partes del Sahel, especialmente la frontera con Libia" y ha culpado del "caos" y "crisis" en el país vecino a la intervención militar internacional autorizada por la ONU de la OTAN en el país que llevó a la caída del régimen de Muamar Gadafi, que además, "ha provocado la degradación de la situación de seguridad en el Sahel".
"Hoy Naciones Unidas, la comunidad internacional no puede ser indiferente a lo que ocurre en el Sahel. Tiene que implicarse. No podemos quedarnos solos para hacer frente a consecuencias de una decisión que no hemos tomado nosotros", ha remachado, al tiempo que ha recordado que los combatientes de Estado Islámico derrotados en Siria e Irak buscan hoy refugio principalmente en el Sahel y "notablemente en Libia", donde no hay ningún Estado.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana ha insistido en la necesidad de garantizar que "el Sahel no se convierta en un santuario" de terroristas por la llegada de combatientes de Irak y Siria. "El Sahel está a las puertas de Europa. Ya no se van a contentar con coger rehenes europeos en Malí, Níger, Chad o en otra parte. Buscaran atacar a Europa", ha alertado, insistiendo en la necesidad de "tomar rápidamente medidas" para circunscribir y erradicar esta amenaza para la paz mundial.
El presidente nigerino ha confiado en que la UE, la Unión Africana y la ONU movilicen a la comunidad internacional para recabar apoyos al plan de inversión prioritario de los países del Sahel para promover el desarrollo y dar perspectivas a los jóvenes para no verse empujados a inmigrar en una conferencia de donantes "probablemente en junio" y en Bruselas.
La UE movilizará más de 8.000 millones de euros para el Sahel entre 2014 y 2020, mientras que los miembros de la Alianza para el Sahel, lanzada por la UE, Francia y Alemania en verano para coordinar la ayuda al desarrollo, prevén movilizar 6.000 millones de euros entre 2018 y 2022 como primera respuesta para cubrir las necesidades del plan prioritario.
El secretario general adjunto de la ONU para operaciones de paz, Jean-Pierre Lacroix, ha considerado "un éxito" la conferencia en Bruselas y ha prometido el apoyo de la ONU a la fuerza conjunta "a través de la MINUSMA" y también ha considerado que la cita de junio será "importante" para promover el desarrollo.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha anunciado este viernes que España destinará "más de 100 millones" de euros de ayuda al desarrollo para combatir la pobreza en los países del Sahel y dará apoyo logístico de transporte a la fuerza conjunta del Sahel. España también aportará "unos 100.000 euros" para la Plataforma del Secretariado Permanente del G5 Sahel en apoyo a sus actividades, incluido de la fuerza conjunta, han confirmado a Europa Press fuentes diplomáticas.
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