«Estemos atentos a los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen los papeles en regla», ha alertado.
El pontífice ha hecho estas consideraciones en Playa Lobito, en la ciudad de Iquique, en pleno desierto de Atacama, que precisamente se caracteriza por albergar la gran mayoría de los migrantes, sobre todo procedentes de Haití, que recibe el país austral diariamente, y que en la actualidad representan el 10 por ciento de la población.
De esta manera, Francisco ha vuelto a alzar la voz en favor de los migrantes, de los que ha dicho que emprenden una marcha «siempre basada en la esperanza por obtener una vida mejor» pero que, en realidad, va «acompañada de mochilas cargadas con miedo e incertidumbre por lo que vendrá». Según estadísticas de las Naciones Unidas (ONU) Chile es el país de Latinoamérica con mayor propensión a recibir migrantes.
«Iquique es una zona de inmigrantes que nos recuerda la grandeza de hombres y mujeres, de familias enteras que, ante la adversidad, no se dan por vencidas y se abren paso buscando vida. Ellos, especialmente los que tienen que dejar su tierra porque no encuentran lo mínimo necesario para vivir, son icono de la Sagrada Familia que tuvo que atravesar desiertos para poder seguir con vida», ha reflexionado.
Así, ha invitado a los fieles a poner de manifiesto la hospitalidad en la acogida de los «que tienen la vida aguada» y «han perdido -o les han robado- las razones para celebrar». De este modo, ha sentenciado que «no hay alegría cristiana cuando se cierran puertas» o cuando «se les hace sentir a los demás que sobran».
Por ello, ha incidido en su mensaje de poner atención en «todas las situaciones de injusticia» y en «las nuevas formas de explotación que exponen a tantos hermanos a perder la alegría de la fiesta». «Estemos atentos frente a la precarización del trabajo que destruye vidas y hogares. Estemos atentos a la falta de techo, tierra y trabajo de tantas familias (...). Aprovechemos también a aprender y a dejarnos impregnar por los valores, la sabiduría y la fe que los inmigrantes traen consigo», ha dicho.
El Papa ha invitado a ser solidarios y a aportar l que se tenga «por poco que parezca». En Iquique, situada en el desierto de Atacama a 1.780 kilómetros al norte de Santiago, el Papa ha puesto fin a la primera etapa de su viaje en Chile y proseguirá en Perú su sexta gira apostólica latinoamericana.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.