El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha estrenado el martes con su primer discurso antes los miembros de Naciones Unidas en el marco de la 72º Asamblea General del organismo. Durante 45 minutos ha expuesto un mensaje poco pacifista, con duras advertencias contra dos de sus máximos enemigos: Corea del Norte e Irán.

No ha tendido la mano a sus rivales internacionales y más bien se ha limitado a lanzar amenazas militaristas con una defensa sin fisuras de su política exterior y alejándose de 'malos acuerdos' en alusión directa al Acuerdo del Clima de París o el Acuerdo Nuclear con Irán.

Fiel a su discurso y a su lema de campaña, el magnate ha abierto su exposición recordando en el primer minuto que siempre pondrá a «América primero», pese a estar dirigiéndose a un foro que consagra el multilateralismo.

El presidente estadounidense ha vuelto a dejar claro ante los líderes del mundo que Corea del Norte está en una «misión suicida» y que la respuesta militar es más que posible si la diplomacia fracasa.Además, ha vuelto a evidenciar su descontento con el Acuerdo Nuclear con Irán, aunque la Unión Europea o el director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) hayan asegurado el martes que el país de los Ayatolás está cumpliendo su parte del documento suscrito en 2015, recalcando que Teherán «se encuentra bajo el régimen de verificación más firme del mundo».

Tras una defensa del nacionalismo estadounidense, el presidente ha cargado contra el «régimen depravado» de Kim Jong Un, ha avisado que «Corea del Norte es una amenaza para el mundo entero» y ha advertido que la paciencia de su Gobierno tiene un límite y está dispuesto a «destruir totalmente» al régimen norcoreano si aumentan las amenazas. «Ojalá no sea necesario», ha apostillado.

Trump ha criticado que un «grupo de criminales», con «el Hombre Cohete» al frente, intente hacerse con armamento atómico en una «misión suicida», violando para ello varias resoluciones aprobadas durante los últimos años por el Consejo de Seguridad de la ONU. «Es hora de que Corea del Norte se dé cuenta de que la nuclearización no es un futuro aceptable», ha añadido.

«Ningún país debe tener un interés en ver a Corea del Norte armarse con armas nucleares. No dudaremos en actuar militarmente si no tenemos otra opción. El 'hombre de los misiles' está en su propia misión», ha destacado Donald Trump, al tiempo que ha hecho un llamamiento a la ONU para evitar que haya que emplear la fuerza contra el régimen de Kim Jon Un. «Esperamos no tener que utilizar la fuerza pero estamos listos para actuar. La ONU debería evitarlo, para eso está. Veremos», ha dicho Trump.

En su repaso internacional, el régimen iraní ha sido el siguiente objetivo de sus críticas. Ha sugerido abiertamente la posibilidad de abandonar el Acuerdo Nuclear suscrito en 2015.

«El acuerdo es una vergüenza para Estados Unidos y creo que no habéis oído lo último sobre ello», ha subrayado el mandatario dando a entender que habrá cambios. Ha calificado al régimen de Teherán de «opresivo» y ha alentado un cambio político en el país. «Los regímenes opresivos no pueden perdurar siempre», ha destacado el inquilino de la Casa Blanca al tiempo que ha pronosticado que «la buena gente de Irán quiere cambio».

La República Islámica, ha añadido, «habla abiertamente de asesinatos en masa, promete la muerte de América, la destrucción de Israel y la ruina de muchos líderes y naciones en esta sala»."¿Continuarán por el camino de la pobreza, el derramamiento de sangre y el terror? ¿O volverá el pueblo iraní a las raíces como centro de la civilización, la cultura y la riqueza, para que pueda ser feliz y próspero de nuevo?», ha planteado el mandatario estadounidense.Respecto al conflicto en Siria, Trump ha destacado que las acciones de Bashar al Assad «son abrumadoras para cualquier persona decente». Ha manifestado la necesidad de cortar la financiación a grupos terroristas y ha subrayado que se ha avanzado más contra Estado Islámico y los talibanes desde que él llegó a la Casa Blanca que en todos los años anteriores.

El presidente ha lanzado mensajes contra los «terroristas perdedores», utilizando en este último caso el término de «terrorismo radical islámico», a pesar de la controversia que genera incluso dentro de Estados Unidos por incluir la variante religiosa.Trump ha afirmado que su Gobierno seguirá persiguiendo a los terroristas allí donde se encuentren, para que no tengan refugio seguro en ninguna parte del mundo. «Estados Unidos y nuestros aliados trabajaremos juntos en todo Oriente Próximo para aplastarlos», ha señalado.

La migración ha sido otra de las piezas de su discurso. Tras destacar que «EEUU es un país con compasión» y que han destinado miles de millones de dólares con la llegada de refugiados sirios a Europa, el presidente que ha promulgado un veto migratorio y un recorte en el número de refugiados, ha dicho que «por el coste de aceptar un refugiado en Estados Unidos podemos acomodar a 10 en Europa».

El millonario neoyorquino ha comparado la situación de ambos países --el que recibe inmigrantes y del que parten-- y las ha calificado de 'injustas' por igual. «La migración es injusta para los dos países. Para el país que recibe es un coste enorme para la sociedad y las clases socioeconómicas más bajas», ha criticado Trump.Ha defendido su política migratoria y ha dicho que «deberemos proteger la seguridad de las fronteras».

No ha abandonado el atril sin hablar del coste que para Estados Unidos supone la ONU. Ha recordado que su país asume el 22 por ciento del presupuesto de la organización y ha hecho un llamamiento para una mayor implicación del resto de países miembros. «Estados Unidos tiene un coste demasiado alto para ser solo uno de los 193 países de esta organización. Es un precio altísimo que solo podrá merecer la pena si se consigue el objetivo de la paz mundial», ha resaltado el magnate para añadir que «hasta que ese día llegue, ningún país debería tener que pagar más que otro».

Tampoco se ha olvidado de otro de los conflictos en el mundo: Venezuela y el régimen impuesto por su presidente Nicolás Maduro, del que ha dicho que «su gobierno socialista ha infligido daños irreparables contra su población, propagando la miseria y la pobreza». El presidente estadounidense ha hecho un llamamiento ante una «situación inaceptable». «No podemos permanecer quietos. Tenemos un objetivo: ayudarles a recuperar su libertad y su democracia», ha aseverado Trump y ha agradecido a los líderes latinoamericanos que están comprometidos con la causa venezolana.

Una mención a Cuba para decir que se mantendrán las sanciones hasta que haya «reformas fundamentales» en una dirección democrática.El presidente ha concluido su discurso volviendo al terreno doméstico y ha hecho un guiño a las palabras que pronunció la noche que ganó las elecciones y durante su investidura: «Los ciudadanos dejarán de ser olvidados» y ha concluido diciendo que «América buscará la cooperación y el comercio con otras naciones. Pero renovaremos el deber de cualquier gobierno con nuestros ciudadanos».