El documento recoge que Estados Unidos trabajará estrechamente con otros países para «ayudarles a acceder y usar energías fósiles de manera más clara y evidente», pero deja claro que es una «declaración» del país y no una posición respaldada por el resto de países, según ha recalcado en rueda de prensa la canciller alemana y anfitriona, Angela Merkel.
Esta reivindicación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es incompatible con los compromisos del acuerdo internacional sobre clima de París, que el resto se compromete a cumplir y aplicar «plenamente».
«Los líderes del resto de miembros del G20 declaran que el Acuerdo de París es irreversible», añade el documento con el que los socios de Estados Unidos censuran su decisión unilateral de romper el pacto.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha aprovechado la conclusión de la cumbre para anunciar su intención de convocar una nueva cumbre internacional sobre el clima para el 12 de diciembre, con el objetivo de captar fondos públicos y privados para alcanzar los objetivos fijados en el Acuerdo de París.
En cuanto a la política comercial, otro de los asuntos clave que distanciaron a Trump del resto de mandatarios, el consenso ha sido menos complejo y sigue la línea marcada por el G7 en su última cumbre, cuando declararon su determinación de «luchar contra el proteccionismo».
«Estoy muy contenta de que haya sido posible subrayar de manera clara que los mercados deben seguir abiertos y se debe luchar contra el proteccionismo y las prácticas de distorsión y discriminatorias», ha asegurado Merkel.
Todos los países están dispuestos a cumplir las normas que marca el sistema de la Organización Mundial de Comercio (OMC), ha añadido la canciller, sobre una declaración que también abre la puerta a revisar estas normas, para contentar a Washington.
Además, los líderes recuerdan que los países pueden recurrir a los instrumentos de defensa comercial «legítimos» para responder a la competencia desleal. La canciller ha reconocido que las negociaciones han sido «difíciles», pero ha destacado el logro de consensuar un documento que reconoce las divergencias.
«Donde no se puede lograr acuerdo se debe expresar las diferencias y eso ha quedado también reflejado», ha declarado Merkel en alusión a la formulación pactada sobre cambio climático.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por su parte, ha destacado que el resultado es un «mensaje claro contra el proteccionismo», sin olvidar que para ello «todos» deben respetar «las mismas reglas del juego, que han desear las mismas para todos». Un consenso a favor del libre comercio cuyos beneficios «deben llegar a todos los ciudadanos».
En cuanto a la solución hallada en materia de cambio climático, Rajoy se ha mostrado «razonablemente satisfecho» porque recoge el «compromiso colectivo» del G20, también de Estados Unidos pese a su ruptura con París, para «reducir las emisiones de efecto invernadero».
Acero
Otra de las claves de la cumbre ha sido el reconocimiento de los líderes del «impacto negativo» de la sobreproducción de acero en las industrias de algunos países, como los europeos, y el compromiso de buscar soluciones conjuntas, al tiempo que reclaman la retirada urgente de los subsidios que distorsionan las condiciones del mercado.
Se trata de un mensaje no solo dirigido a China por sus prácticas desleales que permiten a su industria del metal exportar a precios por debajo de lo que marca el mercado, sino también una advertencia a Estados Unidos que ha amenazado con imponer aranceles a productores de países europeos.
La Unión Europea tuvo que advertir al inicio de la cumbre de que un dudaría en «reaccionar de manera inmediata y adecuada» si Washington decidiese imponer estas tarifas sobre industrias europeas.
La declaración de los líderes también apuesta por la labor del Foro Global para la Sobreproducción de Acero de la OCDE y se comprometen a ofrecer a esta plataforma toda la información y cooperación que requiera antes de que concluya agosto.
El objetivo es que el foro pueda concluir su análisis y presentar «soluciones políticas concretas» a más tardar en noviembre de este año, como base para poder tomar acciones «tangibles y de rápidamente» y elaborar un informe de seguido en 2018.
Tráfico de personas
La declaración del G20 reconoce el problema de las mafias organizadas que trafican con personas, sobre todo en el paso irregular de personas en el Mediterráneo, pero sin llegar a pedir sanciones contra los responsables, tal y como pedía la Unión Europea.
El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, instó el viernes al G20 a apostar por «sanciones» contra quienes trafican con los inmigrantes, en el marco de Naciones Unidas, pero fuentes de la negociación han confirmado que Rusia y China han vetado este punto.
El texto recoge la preocupación por el papel de las mafias, pero «es mucho menos» de lo que aspiraba a lograr la Unión Europea, según ha admitido un alto funcionario europeo.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.