En una rueda de prensa, el jefe de Policía de Dallas, David Brown, explicó que mantienen una negociación con uno de los sospechosos de haber disparando contra 11 agentes, matando a 5 de ellos, en el transcurso de una manifestación en protesta por la violencia policial contra los negros en EEUU.
El sospechoso, que ha seguido disparando contra los agentes durante los más de 45 minutos que llevan negociando, ha indicado que «el fin se acerca» y que más policías resultarán heridos y morirán, además de asegurar que hay bombas en el aparcamiento y en otras partes de la ciudad.
Al margen del sospechoso atrincherado, la Policía mantiene en custodia a tres personas, incluyendo a una mujer que fue detenida en el aparcamiento y a otros dos individuos que circulaban por la autopista en un Mercedes.
Estas personas en custodia no están cooperando con las autoridades, según Brown, quien dijo que no tienen la seguridad de que no haya más personas involucradas además de los tres arrestados y el sospechoso atrincherado.
El jefe de Policía explicó que los francotiradores que dispararon contra los agentes desde lugares elevados «querían herir o matar al máximo número posible de policías», por lo que prepararon una emboscada y algunos de los agentes recibieron los disparos por la espalda.
Además de los 11 agentes, un civil también resultó herido por el impacto de las balas, aunque se desconoce su gravedad.
La primera y por el momento única víctima mortal en ser identificada es el agente Brent Thompson, de 43 años y quien se unió al cuerpo de Policía en 2009.
Alrededor de un centenar de agentes habían sido desplegados en el centro de Dallas con motivo de la marcha contra la violencia policial, tras las recientes muertes de dos ciudadanos negros a manos de agentes de la policía.
Estas manifestaciones se repitieron la pasada noche en numerosas ciudades a lo largo y ancho del país como Nueva York, Washington, Los Ángeles, Chicago, Seattle y Oakland (California), produciéndose en algunas de ellas altercados menores que derivaron el algunas detenciones.
El alcalde de Dallas, el demócrata Mike Rawlings, explicó en rueda de prensa que el área del centro de la ciudad donde tuvieron lugar los disparos sigue siendo considerada un «escenario criminal», por lo que alertó a los ciudadanos de que no acudan hoy al lugar y que busquen rutas alternativas para desplazarse al trabajo.
Rawlings también indicó que ha estado en contacto con la Casa Blanca y con el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, a quienes ha informado de la situación y de quienes ha recibido una voluntad de apoyo «total».
Además, la Casa Blanca indicó que el presidente de EEUU, Barack Obama, quien se encuentra en Varsovia para participar en una cumbre de la OTAN, fue informado de la matanza y pidió que se le mantuviese al corriente de cualquier novedad.
Alrededor de un centenar de agentes habían sido desplegados en el centro de Dallas con motivo de la marcha contra la violencia policial, tras las recientes muertes de dos ciudadanos negros a manos de agentes de la policía.
Estas manifestaciones se repitieron la pasada noche en numerosas ciudades a lo largo y ancho del país.
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