Pocas horas antes de viajar a Bruselas para expresar su «solidaridad total, plena y entera a ese pueblo amigo, primo y hermano», Valls subrayó la necesidad de reforzar aún más las condenas penales de los terroristas, en una entrevista con la emisora Europe 1.
Recordó que «no hay riesgo cero, frente a individuos determinados a morir ellos mismos matando» y confirmó que París pone «todos los medios para garantizar la seguridad» de los franceses, de manera ostensible y también discreta.
El jefe del Ejecutivo confirmó, asimismo, que la «guerra» declarada por los extremistas no impedirá organizar grandes manifestaciones culturales y deportivas, como la Eurocopa de 2016, prevista en Francia este año.
Anular esta competición «sería una derrota», añadió antes de recordar que tras los atentados que asolaron París el pasado 13 de noviembre, la capital francesa organizó la cumbre del clima COP21, que demostró, «más allá de su éxito político, que Francia es capaz de acoger grandes manifestaciones».
«Hay que ser prudente y estar movilizado», pero «la vida está ahí», Francia es un país libre y hay manifestaciones multitudinarias, deportivas, culturales, también de protesta, de estudiantes, trabajadores y «es normal». Son «la más bella de las respuestas a esta ideología de muerte», manifestó.
Esto es posible gracias a una «vigilancia de todos los instantes» que hay que ejercer en Francia y en Europa, añadió Valls.
«La amenaza es de una amplitud inigualable y los medios que debemos aportar para luchar contra ella deben estar a la altura», con una movilización sin precedente que se mantenga en el tiempo, dijo.
Francia ha hecho numerosas propuestas a sus socios europeos, no solo sobre el PNR o el control de fronteras, sino sobre el conjunto de medios antiterroristas, agregó antes de recordar que desde 2012 se han expulsado del país unos cuarenta predicadores del odio islamista.
En toda Europa y también en Francia, «se cerró los ojos» a la progresión de las ideas extremistas del salafismo, de barrios que mediante esa mezcla de tráfico de drogas e islamismo radical «pervirtieron a una parte de la juventud», manifestó.
«Europa ha sido atacada porque es Europa y la respuesta tiene que ser, en consecuencia, europea», dijo Valls tras recalcar que hoy «Bélgica y Francia están más unidas que nunca contra el terrorismo».
Urge reforzar el control de las fronteras exteriores de la UE y no dejar pasar a nadie con falsos papeles «porque sabemos que 'Daech' ha robado grandes cantidades de pasaportes en Siria», subrayó.
«Actuar contra el terrorismo es actuar contra todos los parámetros, también con actos simbólicos», dijo para reiterar su deseo de que se despoje de la nacionalidad francesa a los terroristas, aunque solo tengan una nacionalidad.
Un tema polémico que este martes rechazó el Senado, lo que de momento impide prosperar esa propuesta del presidente, François Hollande, que debe ser aprobada por el Parlamento reunido en sesión bicameral.
En Bruselas, Valls hará balance de la lucha antiterrorista y de otras «cuestiones europeas fundamentales» con su colega belga, Charles Michel, informo un comunicado oficial.
Previamente, el jefe del Ejecutivo galo, que desde hace semanas tenía previsto almorzar con el presidente de la Comisión europea, Jean-Claude Juncker, se reunirá con él, «en el marco de sus intercambios regulares», precisó la nota.
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