El médico psiquiatra Adam Osborne, de 39 años, cinco menos que el titular de Finanzas del Reino Unido, mantuvo durante dos años un idilio extramatrimonial con una paciente considerada «vulnerable» y «frágil».
El tratamiento tuvo lugar entre febrero de 2011 y finales de 2014, en su consulta privada del centro de Londres por depresión, ansiedad y fatiga crónica.
La mujer, a quien los medios locales se refieren como Paciente A, y que también tenía problemas con el abuso de sustancias y las auto lesiones, llegó a intentar quitarse la vida cuando el doctor quiso zanjar la relación, el 6 de febrero de 2015.
La paciente presentó una queja ante el Consejo General Médico (GMC), el tribunal que determina si la aptitud de un facultativo para ejercer la profesión ha resultado perjudicada, que ahora se pronunciará sobre la conducta del psiquiatra al haber mantenido una relación emocional y sexual «inapropiada».
En una audiencia celebrada hoy en Manchester (norte de Inglaterra), el panel disciplinario tuvo acceso al contenido de un intercambio de correos electrónicos entre el doctor y la enferma.
Durante esas comunicaciones, Osborne profirió amenazas a la mujer en caso de que ésta no se retractara de la citada queja.
Dos días después de haber zanjado la relación, la Paciente A fue ingresada en un hospital tras haber tomado una sobredosis de fármacos, horas después de haber confesado el idilio al psiquiatra Neil Boast, que entonces era supervisor de Adam Osborne.
La representante del GMC, Bernadette Baxter, resaltó hoy la «importancia» del día en que Osborne puso fin a la relación, pues «fue dos días antes de que (la Paciente A) realizara un amago muy grave contra su propia vida, tomando alcohol y fármacos de prescripción médica».
«Horas antes de tomar la sobredosis», la Paciente A envió un email al doctor Neil Boast en el que «también le revela su affair con Osborne», agregó Baxter, que subrayó que la mujer estaba considerada una «paciente de alto riesgo».
Según las quejas remitidas por Boast y la propia afectada al GMC sobre el hermano del «chancellor», el psiquiatra envió «varios correos electrónicos inapropiados» en los que solicitaba que «retirara la queja» pues ello «destruiría» a su familia «en público».
Por su parte, Adam Osborne, que se percibe como la «víctima», admitió haber enviado «amenazas» a una paciente «frágil», si bien sostuvo que fue ella quien le «sedujo», según precisó la representante del tribunal médico
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