«Naciones Unidas puede confirmar que facilitó la entrega de Peter Theo Curtis», anunció en un breve comunicado la oficina de prensa de la ONU al salir al paso de versiones de medios de comunicación que habían anunciado previamente la liberación del profesional.
La suerte de Curtis corría peligro después de que se conociera el martes pasado que otro periodista estadounidense, James Foley, fue decapitado por un grupo radical islámico en Siria casi dos años después de que fuera secuestrado.
Su brutal asesinato se conoció por un vídeo que difundió el grupo Estado Islámico (EI), una muerte que recibió la condena mundial, tanto de autoridades como del mismo Consejo de Seguridad de la ONU.
En esta ocasión, sin embargo, Curtis corrió distinta suerte cuando fue entregado a fuerzas de paz de la ONU en la localidad de Al Rafid, en la provincia siria de Quneitra, en los Altos del Golán, limítrofes con Israel.
Según informó la ONU, la entrega se cumplió a las 18.40 hora local (15.40 GMT). «Después de recibir una revisión médica, el Sr. Curtis fue entregado a representantes de su gobierno», agregó Naciones Unidas en su breve comunicado.
Había sido secuestrado en la localidad turca de Antakia, cuando intentaba entrar a Siria para cubrir el conflicto bélico que había estallado un año antes en ese país, fomentado por la «primavera árabe» que se había extendido por el Magreb y Oriente Medio.
El final feliz de este secuestro puede estar vinculado con el hecho de que sus captores, el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, ha roto lazos con EI, que utiliza métodos más brutales que el otro grupo.
En una declaración tras conocerse la liberación del periodista, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo que la noticia se conoce «particularmente después de una semana marcada por una tragedia inefable», al referirse al asesinato de Foley.
«Todos estamos aliviados y agradecidos sabiendo que Theo Curtis está volviendo a casa después de tanto tiempo en las garras» del Frente al Nusra, agregó Kerry.
No se ha informado sobre qué tipo de gestiones se han llevado a cabo para que Curtis fuera dejado libre por sus captores.
La cadena qatarí Al Yazira, la primera que anunció la liberación de Curtis, aseguró que una «mediación qatarí» contribuyó a su puesta en libertad, sin dar detalles.
El pasado 30 de junio, en un vídeo difundido por sus captores y al que tuvo acceso The New York Times, el periodista secuestrado aseguraba que sólo le quedaban tres días. «Tres días, por favor hagan algo», afirmaba.
En otra grabación posterior, sin embargo, el periodista parecía más tranquilo y al leer un escrito dijo que no le faltaba de nada y que «todo ha sido perfecto».
Kerry, en su declaración, dijo que Estados Unidos había contactado «más de dos docenas de países» pidiendo ayuda para lograr la liberación del periodista y de «cualquier estadounidense retenido como rehén en Siria».
Por lo menos tres estadounidenses más se creen que aún siguen cautivos del EI, dos hombres y una mujer, según The New York Times. Sus captores han amenazado con decapitar a uno de ellos, el también periodista Steve Sotloff.
Sotloff fue citado en el mismo vídeo en el que se difundió la decapitación de Foley. Su verdugo dice en la imagen que la suerte de Sotloff «depende de la próxima decisión» del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Según datos del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), por lo menos 67 periodistas han sido asesinados en Siria desde que estalló el conflicto armado en ese país, y varias decenas han sido capturados.
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