Un grupo de operarios trabajando en la expansión del Canal de Panamá. | CARLOS JASSO

El Grupo Unidos por el Canal, consorcio liderado por Sacyr que construye la ampliación del Canal de Panamá, ha solicitado a la Autoridad del Canal un adelanto de 400 millones de dólares (unos 293 millones de euros) para solucionar «a largo plazo» los problemas de liquidez del proyecto y garantizar la culminación de las obras.

Así lo ha planteado el consorcio en la reunión mantenida este martes con la Autoridad del Canal del Panamá (ACP), en la que las constructoras de la mayor obra civil de la historia ofrecen a su vez aportar 100 millones de dólares (unos 73 millones de euros).

En su propuesta, el consorcio solicita además ampliar la moratoria para pagar a la Autoridad del Canal los importes que le adeuda hasta que concluya el proceso de arbitraje que debe dirimir sobre las reclamaciones de sobrecostes que ha realizado.

En un comunicado emitido tras la reunión con la ACP celebrada en Panamá, la primera desde que el pasado 1 de enero anunció su intención de suspender las obras, el Grupo Unidos por el Canal indica que su propuesta está realizada de forma «responsable, consciente de la importancia del proyecto» y «con miras a buscar una solución definitiva, siempre dentro del contrato y de las leyes panameñas».

Respecto a la oferta planteada por la Autoridad del Canal de aportar un anticipo de 100 millones de dólares (73 millones de euros) y ampliar unos meses el plazo para que se le devuelvan 83 millones de dólares más (61 millones de euros), el consorcio manifiesta su disposición a negociar para «mejorarla» y «pasar de una propuesta de corto plazo a una de largo plazo que permita la culminación de la obra».

MEJORAR LA PROPUESTA DE LA ACP

«La ACP ha puesto encima de la mesa una propuesta de solución parcial y a corto plazo del conflicto», indica en su comunicado el consorcio, que añade que, por su parte, ha sugerido «diferentes alternativas financieras para mejorar la propuesta de la Autoridad, de forma que pueda abarcar hasta la finalización de la obra, para poder así continuar con normalidad el proyecto de ampliación, que actualmente presenta un grado de ejecución del 66%».

En este sentido, el grupo de constructoras apunta que entre las opciones que se pueden estudiar figura la de agilizar el proceso de reclamo. Precisamente, el único acuerdo surgido en la reunión celebrada este martes para solventar los problemas de liquidez del consorcio que ejecuta la ampliación del canal entre la constructoras y la ACP es la disposición de ambas partes a «acudir a las instancias arbitrales previstas en el contrato para solucionar los contratos».

El consorcio valora en unos 1.600 millones de dólares (unos 1.200 millones de euros) los sobrecostes que registra el proyecto, según indicó en la carta que el pasado 1 de enero remitió a la Autoridad del Canal advirtiendo de la paralización de las obras el próximo 20 de enero si no se le reconocías estos costos.

En el comunicado emitido tras la reunión de este martes, las constructoras se comprometen a continuar dialogando con la ACP «para pasar de una propuesta de corto plazo a una de lago plazo que permita la culminación de la obra».

La constructora italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la local Cusa completan el grupo de empresas liderado por Sacyr que el julio de 2009 se adjudicó el contrato de construcción del nuevo juego de esclusas del Canal, la principal obra de su ampliación y el mayor proyecto de ingeniería civil de la historia, por un importe de 2.300 millones de euros.

La conclusión del proyecto estaba inicialmente previsto para agosto de 2014, si bien la última fecha de finalización estimada es el primer semestre de 2015.