Desde hace algunos meses el exlíder de la Democracia Cristiana estaba retirado de la vida pública y no acudió al Parlamento ni para votar la elección del Presidente de la República ni la investidura del nuevo Gobierno.
«Belcebú», como le conocían sus detractores, pero también «el jorobado» o «el Divo» murió poco antes de las 12.30 en su casa de Roma.
En abril de 2012 permaneció 13 días hospitalizado en el Policlínico Gemelli de Roma debido a una crisis cardiaca causada por una infección respiratoria.
Pasados los primeros momentos y una vez estabilizado, llegó incluso a bromear al conocer que Wikipedia le había dado por muerto, señalando que ello «alargaba la vida».
Además de ser siete veces primer ministro, el democristiano fue ministro de varias carteras y fue acusado de colaboración con Cosa Nostra, la mafia siciliana, por la muerte de Mino Pecorelli en 1979.
Los tribunales italianos le absolvieron en 2004 de asociación mafiosa después de un duro proceso en el que un testigo aseguró que Andreotti besó en la mejilla, gesto característico de la mafia, al jefe de la Cosa Nostra, Salvatore Totó Rina.
Con su muerte, se van a la tumba algunos de los más importantes secretos de Estado.
«Conozco algunos secretos de Estado, pero me los llevaré al Paraíso. Nunca me gustó la política espectáculo», confesó en una de sus últimas entrevistas al diario «La Repubblica».
Su lema era «el poder desgasta sólo al que no lo tiene».
3 comentarios
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Se ha ido " Uno de los nuestros"...
...El poder es solamente facilidad de expresión...Giulio Andreotti dixit...
... un 'mafiosi' menys!!!