Asimismo, dicen que fortalecerán «el compromiso con la cooperación internacional, por un mundo más próspero, justo y estable». En este sentido, aseguran que la coalición de PSOE y Sumar avanzarán «hacia el cumplimiento del objetivo de alcanzar el 0,7% del Producto Nacional Bruto en Ayuda Oficial al Desarrollo en 2030», conforme estipula la nueva Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible. También, dicen que el futuro Gobierno procederá a reformar y modernizar el servicio exterior y a crear «un sistema de becas en la carrera diplomática para garantizar un acceso justo y equitativo a las posibilidades de entrada».
El documento recoge expresamente la apuesta de las dos formaciones por el reconocimiento del Estado palestino así como el «apoyo integral» a Ucrania ante la «injustificada agresión» por parte de Rusia, dos de los asuntos que más fricciones han provocado en el Gobierno saliente entre los socialistas y Podemos. Así consta en el último apartado del acuerdo de gobierno, recogido por Europa Press, y que, bajo el título de «Una España abierta al mundo y con voz propia en el escenario internacional», recoge las prioridades que ambas formaciones se han marcado en materia de política exterior y europea.
«El Gobierno de España trabajará activamente para favorecer las vías diplomáticas que permitan avanzar hacia la paz en Oriente Medio y entre Israel y Palestina, en el marco de las resoluciones de las Naciones Unidas y garantizando el respecto al derecho internacional», reza el documento, en un momento en el que la violencia ha regresado a la región tras el ataque terrorista de Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre.
Este asunto ha puesto de manifiesto en las dos últimas semanas hondas divergencias con Podemos, cuya líder y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha defendido la necesidad de romper relaciones con Israel y de llevar a su primer ministro, Benjamin Netanyahu, ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por presuntos crímenes de guerra en relación con los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha marcado distancias con esta postura, condenando el ataque terrorista de Hamás y defendiendo el derecho de Israel a defenderse, aunque cumpliendo con lo estipulado por el Derecho Internacional Humanitario.
Al mismo tiempo, ha defendido la única vía para la paz en la región pasa por la solución de dos estados, Israel y Palestina. «Apostaremos por el reconocimiento del Estado palestino conforme a la resolución del Congreso de los Diputados de 18 de noviembre de 2014», señalan PSOE y Sumar en su acuerdo de coalición, en referencia al texto aprobado por unanimidad reclamando al ejecutivo, entonces encabezado por Mariano Rajoy, ese reconocimiento. Esta había sido una de las condiciones puestas por los de Yolanda Díaz durante la negociación, si bien lo recogido en el texto -las dos últimas líneas del mismo en concreto- no llega tan lejos como quería Sumar, ya que habían solicitado un reconocimiento de Palestina incondicional, unilateral y sin esperar un consenso previo en el seno de la Unión Europea.
Por otra parte, el documento también hace mención expresa al conflicto de Ucrania, otra de las cuestiones que ha generado más desencuentros en la coalición de Gobierno saliente, esencialmente por el rechazo de Podemos de enviar armamento a Kiev para defenderse frente a la invasión rusa. Respecto a este asunto, PSOE y Sumar dicen que defenderán «el apoyo y la solidaridad integral con Ucrania en respuesta a la injustificada agresión rusa y el fortalecimiento de la vía diplomática para lograr una paz justa y duradera alineada con las aspiraciones del pueblo ucraniano y con los principios de las resoluciones de la Asamblea General y de la Carta de las Naciones Unidas, particularmente el respeto a la soberanía y la integridad territorial de los Estados».
El documento no hace ninguna mención a la cuestión del Sáhara Occidental ni a la nueva etapa en la relación con Marruecos que trajo consigo la carta enviada por Sánchez al rey Mohamed VI en la que expresaba el apoyo al plan de autonomía marroquí para la antigua colonia española como «la base más seria, creíble y realista» para resolver el conflicto. Sumar incluía expresamente en su programa electoral para las elecciones del 23 de julio por dar marcha atrás al «cambio de posición» que supuso la misiva de Sánchez en marzo de 2021, la cual permitió iniciar una nueva etapa en la relación que, entre otras cosas, debería verse coronada con la reapertura de la aduana de Melilla y la creación de una nueva en Ceuta, que aún no se ha producido.
Por otra parte, dentro de este apartado los dos partidos se comprometen a impulsar «una Unión Europea que trabaje por la prosperidad y el bienestar de sus ciudadanos, los Derechos Humanos, las libertades fundamentales y la protección de todas las personas» así como a trabajar «en favor de un nuevo Pacto de Migración y Asilo, que esté en línea con los valores de dignidad humana y solidaridad establecidos en nuestros tratados».
Asimismo, dicen que fortalecerán «el compromiso con la cooperación internacional, por un mundo más próspero, justo y estable». En este sentido, aseguran que la coalición de PSOE y Sumar avanzarán «hacia el cumplimiento del objetivo de alcanzar el 0,7% del Producto Nacional Bruto en Ayuda Oficial al Desarrollo en 2030», conforme estipula la nueva Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible. En otro orden de cosas, dicen que el futuro Gobierno procederá a reformar y modernizar el servicio exterior y a crear «un sistema de becas en la carrera diplomática para garantizar un acceso justo y equitativo a las posibilidades de entrada». También señalan que van a trabajar «en colaboración con las instituciones de Bruselas para que se produzca el reconocimiento efectivo de la insularidad de las Islas Baleares por parte de la Unión Europea».
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