Los servicios que ofrecen los hoteles han ido variando con el tiempo. Hoy, predomina el alojamiento y desayuno, mientras que la media pensión va ligeramente a la baja y la pensión completa se ha convertido en una tipología excepcional. El todo incluido, tras unos años en retroceso, se encuentra ahora estancado o con algún anecdótico repunte. Ha aparecido el todo incluido de lujo, aunque su presencia en la oferta balear es extremadamente pequeño. En todo caso, aparece como un upgrade del todo incluido, que depende en muchos casos de la habilidad del recepcionista.
La cadena Tent, propiedad de Pep Cañellas, no es la segunda marca de Fergus Hotels, sino que cuenta con personalidad propia. En este sentido, Tent ha puesto en marcha el bed & unlimited brunch, un desayuno en el que el cliente puede repetir tantas veces como quiera hasta las 13.30 horas. La Hotelera Saint Michel (HSM) remodeló el pasado año uno de sus establecimientos al que rebautizó como Copaiba by Honne Hotels, una nueva marca que ofrece también Unlimited Brunch. Suprime, casi en su totalidad, el servicio de cocina con un importante ahorro en los costes. Estas iniciativas permiten ofrecer un desayuno de máxima calidad y recorta sustancialmente el personal necesario en cocina.
Es en este contexto en el que muchos hoteleros tienen ya sobre la mesa la denominada quinta gama. Son alimentos que ya han sido elaborados y se encuentran listos para su consumo. En el proceso de creación de alimentos de quinta gama no se utilizan ni aditivos ni conservantes, al contrario de lo que sucede con los precocinados. La primera gama son aquellos alimentos frescos, que mantienen todas sus propiedades originales. La segunda gama son las conservas, productos que han sido sometidos a un proceso térmico y envasado al vacío. La tercera gama son productos congelados. La cuarta gama son productos que han sido envasados al vacío o en atmósferas controladas.
La cadena mallorquina Garden Hotels está haciendo una apuesta muy firme por la quinta gama y está construyendo ya una nave en el polígono de sa Pobla en el que instalará sus cocinas centrales, que surtirán a todos sus establecimientos de Mallorca. La idea es homogeneizar los productos elaborados en todos los establecimientos, pero sin perder calidad. De hecho, su intención es mejorar la calidad de su oferta gastronómica. La compañía podrá también, previsiblemente, ahorrar costes de personal de cocina. En todo caso, falta aún por saber cómo se desarrollará la quinta gama, si será generalizada en todos los hoteles, si alcanzará solo a algunos establecimientos o si se elaborarán todos los productos del bufé o solo algunos.
Por otra parte, hay distribuidores de alimentación que ya comercializan productos de quinta gama. Es una oferta más, aunque hoy por hoy los productos de quinta gama que se comercializan son excesivamente caros para el mundo de la hostelería. En todo caso, ya hay diferentes cadenas hoteleras que los utilizan. La quinta gama presenta, al menos en teoría, importantes ventajas, puesto que consigue importantes ahorros. Una de las ventajas es que permite la distribución de productos de alta calidad y un control exhaustivo de los gastos de elaboración, además de lograr un estilo propio de la oferta gastronómica de cada compañía. La reducción del desperdicio alimentario es otra de sus importantes ventajas, ya que la quinta gama adecúa la preparación de los productos a la demanda de los clientes.