Una investigación liderada por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), en colaboración con otras siete instituciones académicas, ha revelado que los ataques de odio dirigidos a medios de comunicación en redes sociales no son espontáneos, sino el resultado de una coordinación premeditada. El estudio, que analizó más de nueve millones de mensajes en plataformas como X (antes Twitter), Facebook y en comentarios de páginas web, muestra patrones comunes en la redacción, horarios y días en los que se publican estos mensajes.

Según los investigadores, estos ataques no suelen provenir de bots automatizados, sino de granjas de troles organizadas. En estos espacios, empleados gestionan decenas de cuentas falsas para inundar las redes con mensajes de odio que aparentan diversidad de opiniones. El análisis se basó en una muestra de mil cuentas que habitualmente atacan a medios de comunicación españoles. Los investigadores detectaron que la coordinación entre estas cuentas no se limita a una única plataforma. El impacto del fenómeno es significativo. Más del 56% de los mensajes dirigidos a medios contenían discursos de odio, alcanzando un pico del 61,3% en X. La investigación demuestra que, aunque muchas de estas publicaciones no constituyen amenazas directas, contribuyen a normalizar un entorno hostil.

El proyecto Hatemedia ha desarrollado un monitor en tiempo real para medir la intensidad del odio hacia los medios y sus variaciones en función de temas como política, género o diversidad. Este monitor, diseñado como una herramienta para los propios medios, les permite entender el entorno en el que operan y tomar decisiones informadas sobre su presencia en redes sociales. Los resultados de este estudio destacan la urgencia de actuar frente a este problema y proteger el papel de los medios como garantes de la democracia en un entorno digital cada vez más polarizado.