Abraham es uno de los directivos turísticos con las ideas más claras. Tiene detectados los principales problemas de Balears y apunta sus posibles soluciones. «La primera medida, sin duda, es el control de la oferta de alquiler turístico ilegal, después sería el control de las calidades tanto en la hostelería como en la oferta complementaria y por último, inversiones, tanto de infraestructuras como de esponjamientos. Somos conscientes de que no son grandes novedades, pero no por ello dejan de ser muy necesarias», asegura.
El vicepresidente de Hipotels considera que las plazas ilegales deben eliminarse, mientras que las obsoletas deberías reconvertirse en residenciales. «Desde el momento que no se permite el aumento de plazas considero que implica un decrecimiento natural de las mismas ya sea por no haberse adaptado a las exigencias actuales o por haber dejado de ser competitivas. En cuanto a las plazas ilegales, si no son legalizables se tendrían que suprimir y referente a las obsoletas la administración tendría que permitir reconvertir en residenciales o llegar a acuerdos de esponjamiento», manifiesta.
Interrogado sobre las manifestaciones, Abraham se declara preocupado. «Soy consciente de que en algún momento y sitio concreto ha faltado anticipación y gestión por parte de las administraciones para regular flujos de personas, vehículos, etc. Pero no le echemos la culpa al turismo, ni a los que nos vistan, porque no la tienen. Me preocupan las manifestaciones no solo por el efecto que puedan causar en los mercados emisores y que los turistas no se sientan bienvenidos en Mallorca, sino también por la falta de respeto a los trabajadores de un sector como el nuestro. Quién va a querer trabajar en turismo, un sector tan innovador que necesita ingenieros, programadores, chefs, formadores, si nosotros mismos no lo valoramos», explica y apunta a la falta de trabajadores como uno de los grandes problemas del sector. «En Hipotels, y con el fin de retener talento, estamos invirtiendo en formación y en promociones continuamente. La vivienda es un problema añadido. En Hipotels ayudamos a nuestros trabajadores que se desplazan desde la Península poniendo a su disposición, a precios asequibles, habitaciones y apartamentos», asegura finalmente el vicepresidente de Hipotels.