Gabriel Escarrer Jaume, presidente y consejero delegado de Meliá Hotels International. | M. À. Cañellas

Gabriel Escarrer, presidente y consejero delegado de Meliá Hotels International, transita por la vida sin tapujos, reparte críticas y alabanzas y tiene muy claro el camino que debe recorrer el turismo en Balears. En la Mesa para el Pacto Social y Político por la Sostenibilidad tiene puestas grandes esperanzas. «El modelo económico de Balears, que durante décadas ha promovido (o al menos, aceptado) el crecimiento por el crecimiento, tiene numerosos retos, y para empezar a abordarlos es preciso un gran consenso sobre lo que queremos que sean estas Islas a medio y largo plazo. La Mesa por la Sostenibilidad debe definir y consensuar ese modelo social y económico, partiendo de la premisa de que hoy por hoy, el crecimiento por el crecimiento, el volumen por el volumen, ya no tiene sentido, sino que antes de crecer debemos ordenar y mejorar la aportación de valor, y la sostenibilidad, de lo que ya tenemos», indica.

Escarrer tiene claros y bien definidos cuáles deberían ser los primeros objetivos de la Mesa. «En primer lugar, establecer un diagnóstico de situación de las Islas en cuanto a capacidades de carga en los diversos momentos del año (en términos de alojamiento, infraestructuras, servicios públicos, etc), y compararlas con las cargas reales actuales. Con este «mapa» de la situación, definir nuestro modelo ideal en cuanto a calidad y valor añadido de la oferta, segmentación de los turistas y su distribución a lo largo de las temporadas, transformación digital y para la sostenibilidad… Finalmente, sabiendo hacia donde queremos ir, la Mesa por la Sostenibilidad debería establecer una estrategia de turismo ambiciosa que aborde los diferentes vectores de la oferta y la demanda y su encaje con la sostenibilidad a largo plazo del archipiélago, con vocación de perdurar más allá de cada legislatura», señala.

El presidente y CEO de Meliá es, evidentemente, partidario de eliminar todas las plazas ilegales y suprimiría también las que no se encuentran conformes con la planificación existente. «Las plazas ilegales deben suprimirse como primera medida, puesto que consumen recursos y contribuyen a la saturación, pero no aportan valor añadido social ni económico. En cuanto a las plazas hoteleras o vacacionales registradas, deberían suprimirse progresivamente aquellas que no se encuentren conformes con la planificación existente, como es el caso de muchas plazas de alquiler vacacional en viviendas plurifamiliares o en zonas tensionadas», manifiesta y añade respecto al alquiler de vehículos que «no debemos limitar por limitar». «La oferta de vehículos, al igual que la de plazas alojativas, debe ser coherente con las necesidades de crecimiento sostenible que se establezcan, para aportar valor, porque son parte imprescindible de la cadena de valor del turismo», indica.

Escarrer, en cambio, es partidario de la limitación de cruceros. «Más que en número de cruceros debe planificarse para que no lleguen todos al mismo tiempo, establecer rutas turísticas alternativas para que no colapsen la ciudad ni las carreteras en horas determinadas». Escarrer se muestra comprensivo con las manifestaciones que se han producido este pasado verano contra la masificación y considera que deben ser «un punto de inflexión para tomar conciencia del problema». «Ante todo, debemos recordar que, salvo algún agitador aislado, las movilizaciones no se dirigen contra el turismo, sino contra el modelo de crecimiento excesivo, que como ya hemos comentado genera saturación puntual en los destinos, sobrecarga de los recursos e infraestructuras públicas, y agrava la convivencia y el acceso de la población a la vivienda, entre otras consecuencias. Las manifestaciones son por tanto, un síntoma de un problema real, y frente al que debemos actuar si no queremos que incida negativamente en la demanda de nuestros mercados emisores. Por ello, creo que este descontento puede ser un punto de inflexión para tomar conciencia del problema y por tanto, tomar las medidas necesarias para reconducirlo, para lo que pido a todas las instituciones y a las entidades representadas en la Mesa por la Sostenibilidad que seamos valientes para adoptar las medidas necesarias, y generosos en beneficio del interés común. Para conseguir resultados distintos hay que hacer cosas diferentes, y medidas como anunciar la subida de una ecotasa que no desincentiva la demanda ni revierte en la sostenibilidad del modelo turístico no son sino cortinas de humo para no hacer lo que hay que hacer. Estoy seguro que el dinero que detraemos de nuestros clientes mediante supuestas ‘ecotasas’ que acaban engrosando el gasto corriente de la Administración, generaría mucha mayor riqueza y redistribución en el destino si dejáramos que los gastaran en los comercios, restaurantes, transportes etc, durante su estancia», afirma. El presidente de Meliá asegura que han incrementado ingresos y tarifas en la España vacacional y augura que la tasa de crecimiento se irá «normalizando» tras unos años de crecimiento intenso.