Superado el ecuador de los meses de mayor afluencia turística, y con una aportación del sector servicios a la economía balear equivalente al 84% del VAB, agradezco la oportunidad de diálogo en un medio especializado en actualidad empresarial como el «El Económico».

Pertenezco a la tercera generación de un hotel centenario del Port de Sóller y como presidenta de la patronal decana del asociacionismo turístico nacional que aglutina 860 hoteles y 200.000 plazas y representa un 15% de la planta del país, entiendo el malestar de los ciudadanos. En la FEHM compartimos las preocupaciones por la vivienda, movilidad, infraestructuras y transición ecológica.
Vivimos en la comunidad autónoma que sufre el mayor crecimiento demográfico de España y no ha habido planificación para afrontarlo. Como dice Antoni Riera, director técnico de la Fundació Impulsa Balears, se insiste más en señalar los síntomas, atribuidos equivocadamente a una actividad donde confluyen tantos factores, que en analizar las causas.

Hemos hecho los deberes. Los más de 3.000 millones de euros de inversión productiva en la reconversión de la planta hotelera han permitido que, en diez años, las plazas de cuatro y cinco estrellas se hayan doblado del 33 al 70%.

Hemos reposicionado el destino y elevado la percepción hacia un cliente más responsable y atento a nuevos hábitos que valora la cultura mediterránea. Estamos centrados en ser circulares, optimizar consumos y consolidar los meses previos y posteriores a la temporada para suavizar los picos del verano.

Para hacer frente a estos retos hemos demostrado que estamos comprometidos. Por primera vez en Balears y gracias a la apertura del 70% de la planta hotelera en marzo, superamos la barrera de los 500.000 afiliados a la seguridad social, cifra que tradicionalmente se alcanzaba en mayo.

Creamos empleo estable porque, seamos rigurosos, los hoteles FEHM estamos operativos entre ocho y nueve meses y, de calidad, porque, además de fidelizar talento, los 130.000 trabajadores adscritos al Convenio Colectivo de Hostelería de Baleares en los últimos 10 años han recibido un incremento salarial acumulado del 33,67 %, más de 10 puntos por encima de la subida del IPC en dicho período. Activando cada hotel un potente ecosistema de conocimiento e innovación que distribuye valor entre la comunidad local.

Para que estos esfuerzos no se diluyan, los usos productivos son claves. No basemos el crecimiento en la acumulación, sino en añadir valor. Si quitamos viviendas del parque residencial para destinarlas al turístico, reducimos productividad porque no generamos progreso, ni bienestar social. La productividad debe estar en el centro de las decisiones.

Valoramos la propuesta del Govern Balear de impulsar el «Pacto por la Sostenibilidad Turística de las Illes Balears» donde por primera vez todos los interlocutores estamos sentados en la mesa. Una iniciativa que cobra valor «además de» y no en sustitución o «en vez de» la anticipación.