A finales de mayo el Financial Times publicó un largo artículo en el que informaba que, con motivo del half term -vacaciones escolares- de mayo, muchas familias británicas habían optado por quedarse esa semana en la Isla. Igualmente las reservas para las vacaciones de verano eran muy superiores a las del año pasado. Allí, el quedarse en la Isla se llama staycation, es decir, vacaciones sin viaje o con viaje de proximidad.

Se alojaron y lo harán de nuevo durante las próximas vacaciones en apartamentos, campings, caravanas y casas rurales por ser una oferta barata, sumado a la expectativa de un verano caluroso y el temor de que lo sea en exceso en el sur del continente. Por primera vez en mucho tiempo los turoperadores especializados ofrecen esos productos a precios inferiores a los de los destinos tradicionales europeos, que el año pasado eran baratos, pero que se han visto afectados por la fuerte subida del transporte y el alojamiento. Cada libra cuenta cuando se viaja en familia.

Después de la pandemia hubo un boom en todo tipo de viajes, pero estos disminuyeron en el 2023. En total el número de turistas británicos que pernoctaron al menos una noche en las Islas fue de 37 millones. La prensa local saca la conclusión de que vendrán menos familias a España. Lo mismo que aseguró el presidente de una asociación de viviendas vacacionales cuando afirmó que si las autoridades les ponían dificultades los turistas se irían a otros sitios.

Las reservas aéreas y las de alojamiento no confirman esas previsiones, que, por otra parte, muchos desearían que se cumpliesen, pero por otros motivos. La estancia media de una familia británica en España es de 40 noches, 4 personas por diez días, pero su gasto es reducido. Seria magnifico piensan, que su espacio fuera ocupado por turistas individuales o parejas, que gastan más por cada día que pasan aquí y, además, seguro que prefieren no venir durante ese par de meses en los que se concentran padres e hijos, las playas están llenas y el centro de algunos lugares saturado.
Pero no parece que este verano vayamos a observar una menor presión turística en ninguno de nuestros grandes destinos.