La semana pasada el diario cumplió 500 semanas de vida. Tengo el pacer de escribir mi artículo número 100 en estos 10 años de vida del semanario, y lo hago opinando sobre el futuro del recién estrenado año 2024. Es difícil para alguien que no es economista intentar prever que puede ocurrir económicamente hablando en un año, tratar de analizar datos e indicadores objetivos para poder predecir tendencias, que es lo que hacen los expertos.

Además en una economía tan globalizada y con tantos elementos desestabilizadores, como pueden ser los conflictos bélicos, la inestabilidad política, el cambio climático, la inflación, etc... tan solo nos queda fiarnos de nuestros presentimientos y de como ha ido el negocio en los años anteriores.

En general haciendo balance, y esto lo dicen los expertos, el 2023 ha sido un buen año, excelente diría yo, por lo que si somos un poco optimistas podemos pensar que para este año y los siguientes la economía de los autónomos y empresas seguirá por la buena senda del crecimiento. Según diferentes estudios, en Balears se estima un crecimiento del PIB en términos de volumen de entre el 2% y el 3% en 2024. La patronal CAEB prevé que la economía balear crecerá en 2024 más que la española, aunque el incremento que se espera será inferior al de 2023.

Diferente veo yo lo que puede ocurrir con la economía de los trabajadores y pequeños autónomos, puesto que, si la parte de ingresos se mantiene o sube ligeramente, los gastos, mejor dicho, el coste de la vida en general, parece desmesurada.

No se ha dejado de hablar del incremento de los precios de los bienes y servicios en todo el 2023, pero la verdad es que yo por lo menos no me acostumbro. Cada vez que llega una factura de la casa, que realizo una actividad de ocio o una compra en el supermercado, etc., no puedo dejar de pensar cuanto costaba lo mismo hace apenas unos años y la gran diferencia entre un periodo y otro. Y no solo eso, la cantidad de impuestos que se pagan, el coste de la vivienda y de los intereses, etc... hace que para muchos ciudadanos de a pie estas buenas previsiones económicas globales de la economía se queden en nada, en un «la vida sigue igual».