Los cambios tecnológicos son la condición necesaria para el desarrollo económico y además su papel es decisivo y mayor que cualquier otro. Los cambios tecnológicos consisten en innovaciones en los procesos productivos y en los productos y están condicionados también por el avance del conocimiento, innovaciones organizativas, culturales e institucionales. En los países desarrollados la productividad del trabajo se fortalece con el avance de la tecnología y las mejoras en la organización. Los beneficios de este crecimiento, que es un mayor bienestar material, se reparten entre la rentabilidad del capital por una parte y los salarios y mejores condiciones laborales de los trabajadores, por otra. El incremento de la productividad de estos cambios tecnológicos empresariales depende por tanto de los trabajadores que tienen que estar cada vez más formados, más motivados y diligentes en sus tareas, y también de la empresa que ha de crear un buen clima de trabajo interno, motivar al trabajador para hacerle partícipe de un objetivo común, realizar las inversiones necesarias, adaptarse e impulsar los cambios tecnológicos y dirigir una organización eficaz. El empresario tiene como estímulo principal el beneficio y el trabajador el salario. Se trata de un reparto de la tarta en el que las dos partes salgan ganando.
Jornada laboral y cambio tecnológico (I)
17/11/23 9:33
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