La crisis energética provocada por la guerra en Ucrania se parece al shock del petróleo de los años 70, engendrada en la guerra del Kippur. Desde un punto de vista macroeconómico, inflación y «stagnación», son, en los dos casos, la consecuencia directa. En cuanto a la búsqueda de soluciones las dos crisis son totalmente diferentes. En lo que se refiere a la respuesta al embargo decretado por la OPEP había sobre todo consistido en buscar nuevas reservas petrolíferas, en América o en África, provocando diez años más tarde un contrachoque de los precios. Esta vez, se trata de acelerar la liberación de combustibles aprovechando la crisis para intensificar la lucha contra el calentamiento global, ya que se acepta mejor someterse a una exigencia de sobriedad cuando es impuesta por circunstancias, que cuando es por dictados de imperativo moral.
Crisis energética ucraniana
10/02/23 8:33
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