Antònia Plomer, CEO de Zafiro Hotels, cataloga la temporada de atípica. «Considero que ha sido una temporada atípica, positiva en determinados aspectos y negativa en otros. A pesar de un inicio incierto, ha habido una buena ocupación en temporada alta, gracias a la necesidad y deseo de viajar después de dos años de pandemia, y por otro lado, ha incrementado la tarifa. La venta a corto plazo hizo que no hubiera apenas early-booking ni ofertas, además del aumento en venta directa. Aunque con los incrementos de costes, la dificultad de encontrar personal y más difícil todavía, que esté formado, han hecho que la temporada cuente con aspectos también negativos y muy preocupantes de cara al futuro», afirma.
Plomer tiene claro que la sostenibilidad y la circularidad forman parte de su estrategia. «En Zafiro Hotels consideramos que la sostenibilidad y la circularidad forman parte de nuestra estrategia de negocio. Algunas medidas concretas relacionadas con la circularidad son, por ejemplo, la reducción de plásticos de un solo uso, yendo más allá de las exigencias que impone la normativa balear o potenciar la presencia de productos kilómetro cero en nuestros buffets y restaurantes. Además, algunas de las medidas que estamos implantando son las siguientes: instalación de más cargadores para coches eléctricos para fomentar la movilidad sostenible, unificación de conjuntos de piscinas para optimizar consumos de agua y energía, instalación de geotermia en hoteles de nueva construcción, sustitución de gases refrigerantes que generan un gran impacto ambiental por refrigeración por glicol, reduciendo de forma importante la huella de carbono. También tenemos en estudio la instalación de placas solares fotovoltaicas para autoconsumo», manifiesta.
Plomer considera que no debe limitarse la entrada de turistas ni tampoco reducir las plazas hoteleras. «Hay zonas donde pueda haber esa percepción en determinados momentos pero no creo que por ello deba limitarse la entrada de turistas ni tampoco reducir plazas hoteleras. Lo que se debería controlar es la oferta ilegal en el alquiler vacacional, lo que conlleva turismo de baja calidad, la consiguiente falta de vivienda que estamos sufriendo en la actualidad y, además, dar cabida a una economía sumergida. Como tampoco fue acertado dar cabida en ese alquiler vacacional a los plurifamiliares: da problemas de convivencia con los residentes un muchos edificios, lo que también ayuda a tener una percepción negativa del turismo. Por otro lado, solo se habla de crecimiento de turistas, pero en realidad la población también ha crecido de forma significativa en los últimos años, y ni tan siquiera se han dimensionado las infraestructuras», indica.