Los asesores fiscales no tienen paro

«El Máster en Hacienda Pública profundiza en cada uno de los impuestos del sistema tributario español: sociedades, renta, IVA, transmisiones patrioniales, sucesiones... Para los que se quieran dedicar al mundo tributario, es una herramienta absolutamente útil. Eso sí, requiere esfuerzo, con clases cada día de lunes a jueves de 18 a 22 horas», indica Gabriel Cirerol, director de Quota-asesores, inspector de Hacienda en excedencia que se dedica al asesoramiento fiscal. Es por ello que recomienda la opción de poder cursar solo varios módulos y hacerlo en dos años ya que se requieren conocimientos de matemáticas financieras, contabilidad y legalidad. «La demanda laboral es del 100% de los alumnos que estudian el máster. Algunos de ellos optan por hacer oposiciones a inspector de Hacienda, pero la gran mayoría acaba trabajando en despachos de asesoría fiscal», añade. «Tener a inspectores de Hacienda directamente impartiendo el máster, explicando los pormenores de cada impuesto con casos prácticos, es una suerte y un premio para los estudiantes. Además, explicaremos las novedades, ya que en el ámbito tributario siempre hay cambios, y cerca de los periodos electorales más todavía», comenta Cirerol. Este año, además de los cambios que entrarán en vigor en 2023 por ejemplo los incrementos de impuestos como el de transmisiones patrimoniales, la gran novedad será el REB, «una bomba, pues será un incentivo fiscal muy importante si se aprueba en los presupuestos generales», añade el experto.

En el ámbito empresarial, la valoración del máster no puede ser más positiva. Irma Riera, asesora fiscal, socia y directora de FIS3 Asesores, lo considera un requisito imprescindible. «Con la carrera salen preparados pero les faltan conocimientos sobre impuestos. La valoración de este posgrado es extraordinaria, nosotros solo contratamos a personas que tengan el máster de hacienda pública. Si tienen esta formación nosotros estamos tranquilos y los estudiantes tienen trabajo seguro. Es una materia densa y falta gente formada en este sector», concluye Riera.