La Ley 3/2022, de 15 de junio, de medidas urgentes para la sostenibilidad y la circularidad del turismo, modifica los criterios de clasificación de estrellas. Supone una pequeña variación de los parámetros, que en algunos casos se habían quedado obsoletos, y tiene en consideración aspectos novedosos relacionados con el medio ambiente o la circularidad, aunque los cambios son contados.
En este sentido, aumenta la puntuación de que los establecimientos hoteleros aprovechen las aguas grises, previamente tratadas y almacenadas para llenar las cisternas de los inodoros. En el año 2015 otorgaba dos puntos y ahora son diez. Lo mismo pasa con la presencia de especies autóctonas o mediterráneas de bajo consumo hídrico en el jardín. También introduce nuevos criterios, como la existencia de puntos de carga eléctrica para vehículos y bicicletas y la oferta de alquiler de vehículos eléctricos, ambos con cinco puntos. Por otra parte, tener dispositivos de ahorro de agua en los grifos y doble pulsador en las cisternas de los inodoros pasa a ser obligado en todas las categorías.
Algunos servicios, principalmente relacionados con la desestacionalización, han aumentado su puntuación. Por ejemplo, el menú con productos ecológicos antes suponía 10 puntos y ahora 15. La venta de productos de Balears pasa de 8 a 10 puntos. El centro de ciclismo profesional pasa de 15 a 20 puntos, y las instalaciones de deportes náuticos pasan de 10 a 15 puntos. También permite a los establecimientos de menos de 20 habitaciones obtener 15 puntos por ofrecer actividades de turismo activo subcontratados, cuando antes debían ser propios. La utilización de energía solar para el alumbrado exterior ha pasado de contar un punto a cinco. El riego del jardín de noche con goteo subterráneo ha pasado de dos a cinco puntos. Y el servicio médico pasa de dos puntos a cuatro.
Tener acceso a internet en la habitación antes era obligatorio a partir de 4 estrellas, y ahora lo es a partir de 2. Mientras que tener página web antes solo era obligado a partir de 3 estrellas y ahora lo es también para los 2 estrellas. Igualmente, se ha eliminado la obligación de ofrecer el servicio de despertador.
En cambio, finalmente no se han incluido en la normativa de clasificación de hoteles criterios relacionados con aspectos sociales, laborales y de las condiciones de los trabajadores, que sí son tratados en la ley. En este sentido, la nueva norma fija la obligatoriedad de facilitar el trabajo de las camareras de piso con la instalación de mecanismos de elevación en las camas. También alude en varias oportunidades a la mejora de las condiciones de trabajo. La calificación hotelera no es una cuestión baladí, puesto que ofrece una idea de la calidad del establecimiento. En este sentido, las compentencias que permiten regular las calificaciones son autonómicas. Es decir, que hay tantos criterios como comunidades autónomas. En todo caso, aunque siempre hay alguna excepción, la calidad de los establecimientos hoteleros es bastante similar en todas las autonomías.
La normativa aprobada en las Islas fija el número de puntos que ha de tener un establecimiento para alcanzar una categoría. Son los siguientes: 120 (1*); 200 (2*); 300 (3*); 450 (3 Sup.); 500 (4*); 650 (4* Sup.); 700 (5*); y 950 (5* GL). En el caso de los aparthoteles, la puntuación es diferente: 141 (1*); 225 (2*); 330 (3*); 480 (3* Sup.); 535 (4*); 685 (4* Sup.); 740 (5*); y 990 (5* GL).
En los últimos años, la normativa ha favorecido las reformas hoteleras y el incremento de categoría. En este sentido, han sido numerosos los establecimientos que han mejorado su clasificación. Por otro lado, hay establecimientos que no aspiran a las cinco estrellas. Y es que en los últimos años la ostentación que supone volar en business u hospedarse en un establecimiento de la máxima categoría no está bien visto para el turismo MICE.
LOS PUNTOS. La clasificación de los hoteles en Balears va desde 1 estrella para los establecimientos de menor categoría hasta los 5 estrellas Gran Lujo. La calificación hotelera depende de la evaluación de características. El establecimiento obtendrá una categoría u otra en función de la puntuación total obtenida. La ley fija siete grandes grupos a considerar: áreas comunes; habitaciones (mobiliario y equipamiento); restauración; equipamientos, instalaciones y otros servicios; equipamientos desestacionalizadores; planes de preparación y adaptación de la oferta; y, finalmente, medidas medioambientales y de eficiencia energética. Además, cada uno de estos siete grandes grupos tiene diferentes apartados. En este sentido, por ejemplo, dentro de la regulación de las habitaciones se otorgan 15 puntos si al menos un 80% de las habitaciones tiene 18 metros cuadrados, con el baño incluido. Y si el 80% de las habitaciones tiene 30 metros cuadrados los puntos obtenidos son 30.
En total, la nueva normativa tiene en consideración 345 parámetros. La puntuación en cada caso oscila entre un solitario punto que suman cuestiones, por ejemplo, como disponer de una sala de lectura o juegos, hasta los 30 que otorga que el establecimiento esté ubicado en un edificio declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Algunos requisitos son de obligado cumplimiento en cada categoría, tal y como se aprecia en la tabla de criterios mínimos, mientras que el resto de servicios y facilidades son optativos.
De esta manera, en Balears no hay lugar para sorpresas y los establecimientos hoteleros de más categoría son de calidad. Esta cuestión es importante, puesto que en algunos países la calificación hotelera es poco rigurosa y puede suceder que establecimientos de categoría superior tengan carencias importantes. La normativa de clasificación hotelera por puntos se estableció en Balears en el año 2011 con el Govern Antich y ya se modificó en 2015 con el decreto de desarrollo de la Ley del Turismo de 2012.
ESTANDARIZACIÓN. Hace muchos años que está abierta la posibilidad de contar con un sistema de clasificación por estrellas de los hoteles estándar, de aplicación en toda Europa. Diferentes asociaciones hoteleras han intentado impulsar una calificación unitaria, pero hasta ahora no ha habido acuerdo. En todo caso, Hotelstars Union inició hace diez años el camino para unificar los criterios de clasificación hotelera. La iniciativa contó inicialmente con el aval de siete pasíses y ahora ya son 19 (Austria, Azerbayan, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Estonia, Georgia, Alemania, Grecia, Hungría, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Holanda, Eslovenia, Suecia y Suiza). La intención de Hotelstars es dotar de unas características comunes a todos los establecimientos de una misma categoría para ofrecer una mayor transparencia y seguridad al cliente.
Los criterios de Balears son muy similares a los de Hotelstars, aunque hay pequeñas diferencias. Por ejemplo, las dos normativas exigen en todas las categorías que haya ducha en las habitaciones, limpieza diaria, espejo, luz cerca del lavabo, jabón de manos, enchufe... Otros criterios presentan pequeñas variaciones. Por ejemplo, en Balears es obligado que todas las habitaciones tengan como mínimo 14 m2, cuando para Hotelstars el espacio no es un criterio obligado. Y para Hotelstars los colchones deben ser de un mínimo de 13 centrímetros en los hoteles de 1 y 2 estrellas y de 18 centímetros en los 3 estrellas o superior, mientras que en Balears deben ser de 18 centímetros en todos los establecimientos.