Este mix de noticias son algo contradictorias entre ellas, por ejemplo un problema de suministros ralentiza la actividad económica; sin embargo otro miedo es el de la inflación provocada, precisamente, por una reactivación económica.
Dicho de otra forma, en este septiembre las noticias malas han sido malas, pero las buenas también. Este escenario irracional se demuestra, entre otras cosas, con las dos bolsas que han cerrado el mes en verde: el Nikkei japonés y el Sensex indio. Se trata de dos asiáticas con mucha relación económica con China (el cisne negro que se ha comentado en esta misma sección).
Además en el caso de la bolsa nipona la revalorización, cierto que se empezó a volver a girar a finales de mes, viene por un cambio de gobierno, lo que suele ser negativo. Mientras algunos de sus homónimos asiáticos subían, el Hang Seng de Hong Kong (donde cotizan compañías chinas) cayó un 5,04% y, junto al Bovespa brasileño, es la única en negativo en 2021.
Dentro de lo que cabe, las caídas en Europa no han sido especialmente virulentas para el FTSE británico y el IBEX, que “solo” han caído un 0,47% y un 0,57% respectivamente. Por detrás de ellos, las pérdidas han sido del 1,25% para el MIB italiano; -2,40% para el CAC francés; -3,53% para EuroStoxx y -3,63% para el DAX alemán.
Es fácil ver cómo las peores del Viejo Continente en los últimos años se han comportado mejor ahora: si se trata de una toma de beneficios hay menos recorrido en las que menos han subido. Además, son índices con menos peso en tecnología, históricamente el sector que más se ha resentido durante las subidas de tipos de interés.
En Wall Street también se ha notado el efecto de la tecnología, aunque de forma menos diferencial: el índice específico del sector, el Nasdaq, ha perdido un 5,31%; mientras que la pérdida en el S&P y el Dow Jones ha sido del 4,76% y del 4,29%, respectivamente.
Sin embargo, poniendo como ejemplo las mejores y peores del IBEX vemos más contradicciones de los mercados.
Las empresas más rentables han sido cíclicas: Banco Sabadell, aupado por un anuncio de reducción de plantilla (otra nueva aparente contradicción) ha subido un 19,74% y Repsol, gracias a la fuerte subida del petróleo, ha hecho lo propio un 16,41%.
Pero las peores también lo son: las energéticas Solaria (-18,60%); Iberdrola (-17,26%) o Endesa (14,44%); la fabricante de componentes de automóvil CIE (-10,52%) o las inmobiliarias Merlin (-10,33%) y Colonial (-8,57%).
¿Continuará el mercado o se decantará por descontar un mundo en crecimiento o ralentización? Si es de crecimiento, ¿las tecnológicas deben caer o son muy diferentes ahora que hace años? Si es de ralentización, ¿los Bancos Centrales seguirán manteniendo “artificialmente” la economía?
Estas preguntas son claves para el último trimestre de 2021 y las intentaremos ir analizando aquí.