Ha tenido una buena idea y se decide a dar el paso importante, la implementación, es decir, poner en marcha su negocio. Hay muchos factores a tener en cuenta y muchos pasos a seguir como decidir entre llevarla a cabo solo o con un equipo de socios emprendedores. Otro paso es el diseño de tu modelo de negocio que consiste en convertir tu idea en un proceso que genere ingresos y beneficios. Pero entonces llegó la pandemia. Cierres perimetrales, toques de queda y cierres temporales de negocios. Hay mucha menos personas realizando su actividad normal y de forma activa o pasiva esto afecta a todos los negocios.
Las PYMES y los autónomos están sufriendo esta crisis sanitaria como nadie, están viendo cómo sus sueños se ven atacados por la precariedad de la situación y solo necesitan tiempo para aguantar el chaparrón. Hay que pagar facturas del local donde realiza su actividad o las facturas de suministros, o pagar a proveedores pero puede que haya sido un mes malo.
¿Qué hacer? ¿Pedir un préstamo? ¿a un banco?. Pedir una financiación a un banco para solucionar estos problemas sería muy arriesgado por el tiempo que tardaría en solucionarse. Lo más sensato sería financiarse con los microcréditos a 60 dias que ofertan las Fintech de España, que daría aire para respirar, tiempo para reponerse y energías para continuar.
¿Qué es una FinTech?
Una FinTech es la industria que surge de la fusión de las empresas de finanzas y un uso de la tecnología para ofrecer servicios financieros de manera más cómoda y segura. Estas empresas posibilitan a sus clientes una manera de obtener de forma rápida y cómoda financiación sin aval y sin papeleos.
La solicitud de estos microcréditos se realizan de manera más sencilla y más rápida pues no necesita desplazarse. De igual manera la devolución puede realizarse de manera online también. Esta modalidad online viene muy bien a los emprendedores que no pueden perder tiempo en las mañanas negociando con bancos durante horas y días, mientras tienen que dejar sus negocios cerrados o desatendidos perdiendo así un tiempo valioso de trabajo. Este tipo de microfinanciación no requiere de ningún tipo de papeleo y no necesita de garantía ni aval ninguno.
¿y los intereses?
Bien, los intereses acumulados, al contar con un plazo de pago corto, no significarían un gran aumento de la suma total final y esto es justo lo contrario que ocurre con los préstamos bancarios cuyo periodo de pago es alargado en el tiempo y acumula enormes sumas en concepto de intereses.
Se ha comprobado que los microcréditos provocan un gran descenso en la morosidad gracias a que se ceden a emprendedores, a que se realiza un estudio a conciencia de cada caso y a los bajos intereses que ofrecen algunas entidades.
En conclusión, si necesita algo de financiación y prefiere estar trabajando en su idea de negocio en vez de pasar una eternidad en un banco rellenando y moviendo papeles, un microcrédito es, sin duda, lo que mejor se adapta a sus necesidades.