El IBEX español hizo suelo muy cercano al soporte de 8.200 y ha podido consolidar por encima de los 8.600. Éste puede ser el primer intervalo para inversores a medio plazo, ya que en caso de romperse, el siguiente sería el del mínimo de 2016 (7.800-7.550). Aunque por arriba puede encontrar una resistencia en 9.200, que ya supone un 7% de revalorización; el nivel objetivo estaría fijado en unos ambiciosos 9.800-10.000 puntos.
El Euro Stoxx, índice que agrupa los 50 valores más relevantes de la zona euro (entre ellos los españoles Telefónica, Santander, BBVA, Inditex, Iberdrola y Amadeus), también hizo el mínimo de 2018 en un nivel clave y que ahora debe servir como soporte: se trata de los los 2.900 puntos.
La situación ahora es similar a nuestro selectivo: ha consolidado por encima de los 3.000-3.050 y encuentra una primera resistencia, incluso más cercana que el IBEX, en 3.100-3.120. Sin embargo el objetivo de 3.200-3.280 es realista, aunque ahora puede parecer lejano.
El DAX alemán tampoco ha sido original y ha seguido un patrón técnico muy claro: soporte en 10.400 y recuperación rápida de los 10.750. En caso de aguantar estos niveles, su primer objetivo estaría en el rango 11.600-11.800 y no se podría descartar buscar los máximos de 2015 situados en 12.450.
En breve comenzará la temporada de resultados empresariales en Europa. Si son positivos y se unen al buen entorno técnico, a las valoraciones (que han mejorado con las caídas), a la alta liquidez que hay en el mercado y al miedo que se ha provocado (para que los grandes puedan comprar más barato), podemos estar ante un buen momento. Eso sí, siempre respetando los stops por si los resultados no son favorables.