Este mes nos ha vuelto a dejar un comportamiento mixto en cuanto a las principales bolsas mundiales. Si es habitual ver cómo la diversificación permite obtener rentabilidades en unas zonas sacrificando otras, en esta ocasión ha ido más allá: incluso en zonas homogéneas los resultados han sido distintos.

En Europa destacan el MIB 30 italiano, que recupera de forma muy puntual algo de terreno en plena tormenta política, el CAC 40 francés y el FTSE británico con subidas del 2,18, 1,60 y 1,05% respectivamente. En el lado opuesto se encuentra el DAX alemán con una pérdida del 0,95%.

En un término medio el EuroStoxx se apuntó un 0,19% (es lógico que muestre un nivel intermedio en cuanto a las bolsas europeas) y el IBEX español registró un descenso del 0,11%.

Profundizando en nuestro selectivo las claras ganadoras han sido Mapfre (+6,42%) y la acelera Acerinox (+6,39%). Por el contrario, sobresalen la compañía de renovables Siemens Gamesa y la industrial Técnicas Reunidas con descensos del 15,21% y 9,06%.

Por su peso en el selectivo hay que destacar a los dos grandes bancos, ya que tanto BBVA como Santander han conseguido revalorizaciones del 2,23% y del 1,11% respectivamente; sin embargo la otra grande por excelencia, Telefónica, ha caído un 2,42%. También descenso brusco el de la hotelera mallorquina Meliá: -10,74%.

Fuera de nuestro continente, en Estados Unidos tampoco se han puesto de acuerdo sus dos índices de referencia, puesto que mientras el S&P ha ganado un 0,43%, el tecnológico Nasdaq ha tenido un comportamiento diferente y ha perdido un 0,78%.

Sí ha dado alegrías la bolsa japonesa con subidas del 5,49%, y no ha sido la única bolsa asiática con plusvalías: la de Shanghái se ha anotado un 3,53%. Del resto de países emergentes importantes destaca el Bovespa brasileño que ha recuperado un 3,48%, mientras en el plano opuesto la bolsa de la India se ha depreciado un 6,26%.

En definitiva, otro mes que vuelve a cumplir la máxima que asegura que la diversificación optimiza el binomio rentabilidad-riesgo.