Ana Gordillo, en la recepción del Hostal Mallorca, un establecimiento que levantó su abuelo en los años setenta en Sant Antoni y que ella ha renovado. | Daniel Espinosa

Ana Gordillo Costa (Sant Antoni de Portmany, 1990) se ha convertido en la primera mujer que preside la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera. A pesar de su juventud, esta licenciada en Derecho lleva desde los 16 años trabajando en el Hostal Mallorca, el negocio familiar que levantó su abuelo en 1970 en pleno centro de Sant Antoni por el que ya han pasado tres generaciones. Su madre y su tío, propietarios del establecimiento hotelero, confiaron en ella para que dirigiera la última reforma y modernización del inmueble. Y no se equivocaron. Ahora intentará sacar tiempo de debajo las piedras para representar a los hoteleros pitusos, un cargo que aceptó tras dos días sin dormir.

¿Cómo afronta el reto de ser el altavoz de los hoteleros pitiusos?
Lo afronto con mucha ilusión, con muchas ganas y, sobre todo, con mucha responsabilidad por todo lo que representa. Creo que va a ser un gran experiencia para mí.

La ocupación hotelera en las Pitiüses en el mes de junio se ha mantenido prácticamente igual que la del año pasado, alrededor del 88%. ¿Era lo esperado o pensaban que los resultados serían mejores?
Sabíamos que la ocupación iría en esa línea. Hemos tenido una época en la que hemos crecido y ahora tenemos que mantenernos porque es muy difícil seguir creciendo. ¿Que la ocupación es la misma que la del año pasado? Perfecto. Somos un mercado consolidado y no podemos pretenden tener grandes subidas porque ya estamos arriba, ya hemos subido. A ver cómo va julio y agosto, pero en junio no hemos ido mal encaminados y los resultados son los que esperábamos.

¿Cómo van las ventas de cara a julio y agosto? Hay cierta inquietud en el sector.
No podemos ser adivinos, porque se dijo que junio iba a bajar mucho y se ha visto que no. Las ventas van bien porque la mayoría, que se vende por touroperadores, ya se ha vendido y solo falta lo que es online. Esperemos que los datos no sean malos, que yo creo que no lo serán, porque si la temporada fuera mala ya lo sabríamos en estas fechas.

El director insular de Turisme, Vicent Torres ‘Benet', confía en que los hoteleros bajen los precios en los meses fuertes de la temporada para que las cifras de ocupación mejoren. ¿Le harán caso?
Resulta muy curioso que sean los mismos que este año han duplicado la ecotasa los que ahora nos digan que bajemos los precios. El mercado se regula solo y los datos de ocupación no dependen de que los precios estén más altos o más bajos; hay sitios que han hecho ofertas y aun así siguen vacíos. En Eivissa tenemos una diversidad muy grande, con un establecimiento para cada bolsillo por lo que no creo que el problema de ocupación venga de los precios. Lo que más me llama la atención es que quien ahora dice que bajemos los precios sea el que ha subido el impuesto turístico. Si unos bajamos los precios, todos tendremos que bajar.

¿El impuesto sobre el turismo sostenible influye en la llegada de turistas?
El impuesto no influye en que un turista venga o no, pero sí que nos resta competitividad. También reivindicamos que lo paguen todos, que no se castigue al turista que opta por un establecimiento reglado mientras los que van a sitios ilegales no lo pagan. Tampoco nos gusta la manera de cobrarlo. ¿Por qué tengo yo que explicarle a mi cliente dónde va su dinero? Y, además, este impuesto no es transparente porque nadie sabe a qué va destinado. Se dice que se crea un impuesto para paliar el impacto que provoca la llegada de turistas, pero al final se grava a quien opta por la oferta legal cuando quien más daño provoca es el turista que se aloja en la oferta ilegal.

¿Se han quejado los turistas que visitan su hostal de tener que pagar este impuesto?
No se quejan, pero sí que preguntan. Creo que no nos podemos comparar con ciudades turísticas porque no lo somos; aquí, los que pueden, trabajan seis meses. No somos ni Roma ni París ni Barcelona.

¿No le ve ningún beneficio a este tributo?
Si estuviera claro a qué va destinado, quizás sí le vería alguno. Aquí se hizo muy rápido y sin un objetivo concreto. No podemos decir que este impuesto se va a destinar a pisos de protección oficial, porque no era su finalidad.

La primera vez que se instauró la ecotasa, el cambio en el Govern balear tras la selecciones de 2003 hizo que se suprimiera este impuesto. ¿Cree que puede pasar lo mismo el próximo 2019?
El día que me nombraron presidenta ya dije que lucharíamos para que este impuesto se eliminase. Unos dicen que lo reducirán, pero nuestro objetivo es que se quite. A Eivissa no nos aporta ningún beneficio porque no sabemos lo que llega y si llega algo no es ni la mitad de lo que nos tocaría. En su día se hizo mucha fuerza y se consiguió quitar y nosotros seguiremos luchando.

¿Es impensable que se vuelva a repetir una temporada turística como la de 2016, que fue un año récord en las Pitiüses?
Venimos de una época de crecimiento y en 2016 ya llegamos a la cresta de la ola. Lo que está claro es que estamos mejor que hace diez años: hemos consolidado el destino, hemos hecho todas las inversiones y nos hemos renovado todos. Hoy en día tenemos una oferta adaptada a la demanda que hay. En todas las zonas turísticas, tanto las grandes cadenas como los hoteleros más pequeños, han hecho inversiones para mejorar sus establecimientos. Los deberes están hechos y, venga la época que venga, estamos preparados.

¿Cómo se puede competir contra destinos más baratos?
Eivissa tiene una relación calidad-precio excelente. El que diga que Eivissa es un destino caro es que no conoce todo lo que ofrece esta isla. Por suerte, llegaron los establecimientos de cuatro y cinco estrellas que consiguieron equilibrar la oferta. El que quiera ir a un agroturismo puede hacerlo, y quien tenga un poder adquisitivo más normal también puede venir. El que visita Eivissa es porque quiere estar aquí, no por una cuestión de dinero.

Entiendo que no está preocupada por el auge de destinos del norte de África y de países como Turquía o Croacia.
Hay que ir con cuidado porque están en un proceso creciente y harán todo lo posible para quitarnos los turistas, pero Eivissa es una marca y la gente quiere venir aquí. Ha sido así siempre. Eso sí, hay que cuidar el producto.

¿Se ha conseguido alargar la temporada turística? ¿Hay buenas previsiones para octubre?
Llevamos trabajando muchos años en alargar la temporada turística. Tenemos que buscar eventos como de Mercedes-Benz o la Vuelta a Ibiza en Mountain Bike para que los hoteles tengan incentivos para abrir antes. Pero llama la atención que por un lado estamos incentivando que los establecimientos y luego cobramos el impuesto turístico en invierno.

¿Por qué los turistas pasan cada vez menos días en Eivissa?
Nos estamos convirtiendo en un destino de escapadas y no de vacaciones. Los vuelos cada vez son más caros y los pisos turísticos ilegales salen muy rentables para pasar largas temporadas. Es muy importante que la Administración centre sus esfuerzos en controlar esta oferta ilegal que tanto daño hace a Eivissa. Son necesarias más inspecciones.

El turismo de lujo ha ganado cuota de mercado en los últimos años en Eivissa. ¿Los hoteleros deben encaminarse hacia este segmento?
No. Se ha hecho una gran apuesta por el cuatro y cinco estrellas y el turismo de lujo que antes no existía en Eivissa, se ha equilibrado el mercado. No hay que apostar por uno o por otro, en Eivissa tiene que haber sitio para todo. No todo puede ser lujo en Eivissa, tiene que haber un equilibrio.