Preocupados por la fiabilidad del suministro eléctrico en Balears, desde Sampol hemos hecho llegar una carta al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, don Álvaro Nadal, explicándole la situación energética en las islas Baleares y Canarias. En el caso de Balears, se ha primado un sistema que busca abaratar el coste del kilovatio, con la instalación del cable entre el Archipiélago y la Península y las grandes superficies de energía fotovoltaica, por encima de la fiabilidad del suministro.

Es cierto que hay que apostar por las energías renovables, es el futuro, no cabe duda. Pero todo nuestro sistema energético no se puede basar en ellas y tampoco podemos depender del cable. Por otra parte, las plantas que ahora mismo sobreviven en el archipiélago balear están obsoletas y en situación alegal. Es necesario repensar el modelo teniendo en cuenta todas las variables y diseñando un sistema de futuro que permita que las Islas sean autosuficientes y lo más respetuosas con el medio ambiente posible.

Adjunto un extracto de esta carta por considerar que es un tema de interés general.

“Desde Sampol llevamos más de 10 años intentando romper el monopolio que existe de facto en la generación eléctrica en las islas Baleares y Canarias. Llegamos a obtener licencias e interés general de una central en Fuerteventura, Ibiza y Mallorca, pero finalmente no conseguimos llevarlas a término.

Con la entrada en vigor del RD 738/2015, por el que se regula la actividad de producción de energía eléctrica y el procedimiento de despacho en los sistemas eléctrico de los territorios no peninsulares, se nos presenta una gran oportunidad, pues en él se especifica que el otorgamiento del régimen retributivo adicional se llevará a cabo mediante procedimientos de concurrencia competitiva (artículo 43.1).

En Baleares y Canarias, la vida útil regulatoria (25 años) de muchas instalaciones de producción ha llegado a su fin, instalaciones que representan tecnologías obsoletas tanto desde el punto de vista de coste operativo como medioambiental.

En Baleares hay una potencia instalada de 2.067 MW de la que el 23% (483 MW) corresponde a grupos con la vida útil regulatoria finalizada, mientras que en Canarias hay una potencia instalada de 2.294 MW de la que el 32% (742 MW) corresponde a grupos cuya vida útil regulatoria ha finalizado.

Con el mencionado Real Decreto, el Gobierno debe sacar a concurso público las nuevas inversiones en generación eléctrica, pero por motivos que desconocemos, se está demorando en demasía dicho concurso y entendemos que está poniendo en peligro el abastecimiento eléctrico de las Islas Baleares y Canarias para el 2020 (…).”

Ante esta situación, Sampol se muestra dispuesto e interesado en acudir a los diversos procedimientos de concurrencia competitiva para cubrir la potencia energética en las islas, porque entendemos que sus habitantes se merecen un sistema energético estable y que es interés de todos contar con un suministro lo más moderno y limpio posible.