Esta semana conocíamos a los flamantes ganadores del Premio Nobel de Economía (2016): el británico Oliver Hart (profesor del MIT) y el finlandés, de apellido, impronunciable, Bengt Holmströn (profesor en Harvard). Los dos galardonados han desarrollado su carrera en Estados Unidos y han recibido el premio por sus aportaciones a la Teoría de los Contratos: ¿Un hospital debe tener gestión pública o privada? ¿Cómo se debe remunerar a los directivos de una empresa para maximizar la retribución a los accionistas? ¿Cómo redactar un contrato para que todas las partes ganen (win-win)? El reconocimiento se produce, según la Academia sueca, por la importancia de sus herramientas teóricas para comprender los contratos en la vida real y los riesgos potenciales de un mal diseño de estos.

Ahora que en Eivissa la temporada da sus últimos coletazos -en forma de “closing party”-, tal vez sea el momento de pensar en ese extraño fenómeno/paradoja contractual que se produce en la isla y por el que es más fácil firmar un contrato de trabajo que uno de alquiler, al menos a precios terrenales.

Reconozco que resulta paradógico que en Eivissa el alquiler de una hamaca/sombrilla, en alguna de nuestras playas, cueste lo mismo que una habitación de hotel en algunas ciudades o que una “balinesa”, en esas mismas playas, lo mismo que la habitación de hotel súper lujo en cualquier capital europea. Todo esto, solo puede explicarse en términos de oferta y demanda -pura y dura- y también de cierta política de “tierra quemada” de algunos empresarios turísticos.

Sin duda necesitaríamos a Hart y Holmströn para que nos ayudaran a resolver el problema pero, mientras se fijan en nosotros, supongo que alguna cosa tendremos que hacer…

De momento empezaría animando a todo los implicados a utilizar la “Técnica de los 5 porqués”, desarrollada en sus inicios por el padre de Toyota, el japonés Sakichi Toyada, consistente en realizar preguntas consecutivas -hasta 5- para explorar las relaciones causa-efecto de un problema en particular. El objetivo de dicha técnica es determinar cuál ha sido el origen de un problema o dificultad repitiéndose -a lo Mourinho- “¿Por qué?” (más info en Google).

Si yo fuera Toyada aplicaría su técnica para resolver cuestiones sobre la masificación de la isla, la corta duración de la temporada, los problemas de alojamiento, los de convivencia entre la industria del ocio y los ciudadanos, etc.