Alok y Merel junto a su familia. | ARGUI

Alok fue agente inmobiliario en Barcelona durante diez años y Merel fue una conocida modelo en Holanda hasta los 24 años. El destino quiso que ambos llegaran a Eivissa en el año 96 para cambiar de vida y fue entonces cuando se cruzaron en el camino: “La vida misma nos llevó a vivir cambios y cuando nos conocimos justo estábamos cada uno viviendo ese proceso cambio”, explica Merel por correo electrónico desde Marruecos, uno de los países donde acuden a recopilar telas y piezas únicas con las que crear los artículos de moda y decoración de World Family Ibiza. Esta empresa familiar que gestionan les ha llevado, con el paso de los años, a abrir tiendas en Barcelona y Madrid, además de dos más que tienen en Eivissa, mediante el sistema de franquicias.
Después de conocerse, Alok y Merel empezaron a vivir juntos en un tipi (una tienda de campaña de estilo indio), una época que recuerdan con mucho cariño: “Allí vivimos con nuestros hijos; fue una época muy bonita”, aseguran.

LAS DALIAS. En el año 1998, y después de un gran primer viaje familiar a Marruecos, instalaron un puesto de venta en el mercado de Las Dalias (ubicado en la carretera de Sant Carles), donde continúan vendiendo en la actualidad. De hecho, la historia de World Family Ibiza como empresa y marca está vinculada muy estrechamente a este mercado ya que, un año después, impulsaron la fiesta Namasté, que todavía se puede disfrutar en la actualidad.

“Las Dalias es donde empezamos a vender nuestras creaciones y donde seguimos en la actualidad; le tenemos un cariño especial. La fiesta Namasté nace en el año 99 porque tenemos hijos y no encontrábamos un lugar donde cenar, bailar y conocer gente con el mismo concepto de vida y de conciencia, por eso decidimos crear nuestra propia fiesta y de esa manera celebrar con todos nuestra filosofía de apertura al mundo y a todas las culturas”, asegura Merel.

UNA FORMA DE VIDA. Esa inquietud por conocer otras culturas y modelos de vida les ha llevado a conocer países como Tailandia, Nepal, India, Guatemala, Filipinas, México, Laos, Vietnam, Marruecos, Turquía, “y muchos más”. Todos ellos han sido fuente de inspiración para la marca World Family Ibiza, que se caracteriza por la variedad, pero al mismo tiempo armonía de colores que se pueden encontrar en bolsos de todos los tamaños, accesorios (cinturones, joyas o carteras), así como calzado y prendas como chaquetas, vestidos y ropa para niños. Todo hecho a mano con materiales que traen de sus viajes por el mundo.
Pero sin duda el lugar para Alok, Merel y sus seis hijos es Eivissa. “Eivissa es un sitio mágico. Cuando estamos viajando siempre jugamos con la idea de si podemos o queremos vivir en el sitio que estamos visitando en ese momento. Pero nunca encontramos un lugar tan perfecto para nosotros como Eivissa; es nuestro hogar y una gran parte de nuestra inspiración también surge de la isla”.

Ambos aseguran que el mejor nombre que podía definir su concepto de vida es World Family Ibiza. “El nombre se nos ocurrió porque cuanto más viajamos, más nos damos cuenta de las similitudes que hay entre las poblaciones de diferentes sitios del mundo, por ejemplo, símbolos, espejitos... Esta gente no viaja y no mira internet y no pueden saber que una mujer al otro lado está haciendo algo similar y, por eso, nos dimos cuenta de que realmente hay una conexión entre todos a nivel mundial. Es una marca que nació desde la pasión y no desde la visión de negocio. Es una marca con gente real, que está en contacto con el mundo real y en la que se hacen las cosas con mucho amor”.

Para ellos, World Family Ibiza “no es solo una marca de moda sino una forma de vida que queremos compartir con la gente. Alok y yo somos gente que nos gusta la vida, los colores, el amor y la belleza y esta es nuestra realidad día a día”. Sus creaciones se pueden encontrar en tiendas físicas en Madrid, en Barcelona (fue la primera que abrieron hace siete años) y dos en Eivissa (en la carretera de Sant Joan, km 17,5 y en la carretera de Sant Carles, km 12), además de en el mercado de Las Dalias. También venden a través de distribuidores en países como Israel, Suiza, las Maldivas, Alemania u Holanda, según destacan. Además, venden a través de su página web (www.worldfamilyibiza.com).

La singularidad y carácter de sus creaciones les ha llevado a estar presentes en pasarelas de moda de París, así como a protagonizar portadas de revistas especializadas en moda. “World Family Ibiza se hace mundialmente conocida cuando empezamos a colaborar en los desfiles de los diseñadores parisinos Paul&Joe y empezamos a salir en revistas tan conocidas como el Vogue francés”, explican.

SON IMITADOS. La fama mundial de Eivissa genera que los ojos del resto del mundo estén puestos en todo lo que se hace en la isla, algo que ha generado que las creaciones de World Family Ibiza sean imitadas: “Es complicado dedicarse a la moda en Eivissa porque muchos ojos están pendientes de la isla y como consecuencia nos copian mucho y esto a veces es muy frustrante”, señala Merel.

En esta empresa trabaja y colabora prácticamente toda la familia: “En Eivissa trabajan con nosotros nuestras hijas mayores, Carlota y Goldie, y la hermana mayor de Alok, Amparo. En Barcelona trabajan la hermana pequeña de Alok, Àngels, y su hija Anna. El marido de Àngels, Xavi, y su hijo Marc se ocupan de la fotografía. Cualquier miembro de la familia que tenga algún tipo de idea o inspiración será siempre bienvenido”. Incluso la mamá de Merel, Johanna, colabora en los diseños con sus 81 años. “Casi cada día cosemos bajo el sol las dos”, precisa Merel.

Sobre si es complicado coordinar y organizar el trabajo en una empresa familiar tan grande, Merel asegura que “a veces es una locura porque todos somos familia y nadie se corta un pelo en decir lo que siente y piensa; cada uno tiene su opinión. Alok hace un gran trabajo de coordinador, mediador y organiza todo”.

Uno de los principales retos al que se enfrenta toda empresa familiar es el relevo generacional. En World Family Ibiza tienen asumido que la totalidad de sus hijos no querrá dedicarse en un futuro al negocio familiar: “Tenemos seis hijos y es lógico que no todos quieran. Asher, por ejemplo, tiene 20 años y se dedica a la cocina, que es su gran pasión. Goldie y Carlota, nuestras dos hijas mayores, sí que se quieren dedicarse a esto. El resto tenemos que esperar porque aún están estudiando”, concluyen Alok y Merel.