LOS INICIOS. Juan Cárdenas y María Roig, ambos profesionales con una dilatada experiencia en el sector turístico pitiuso, fundaron esta empresa en la primavera de 2005 con una flota de 70 vehículos y una inversión inicial de 120.000 euros. “En este primer año nos acompañaron Toni Fernández y Paco Pérez, dos empleados con los que no se entendería lo que es hoy Class Rent a Car”, asegura Juan Cárdenas, quien afirma que cerrarán este año con una facturación de 2,1 millones de euros. La empresa arrancó con una única oficina situada en Cala Llonga, que se ha convertido en la actualidad en la central. Hoy en día, las doce oficinas que tienen “están repartidas estratégicamente por toda la geografía de Eivissa, de manera que cualquier punto de la isla está a menos de siete minutos de alguna de nuestras oficinas”, precisa Cárdenas, quien apunta que cuentan con presencia en Santa Eulària, es Canar, es Figueral, Cala de Sant Vicent, Portinatx, el puerto de Sant Miquel, Sant Antoni, Cala Tarida, Platja d'en Bossa, el puerto y el aeropuerto.
Class Rent a Car, que da trabajo a 60 empleados en verano y a una decena en invierno, cierra una temporada turística “de notable alto, pero los márgenes cada vez son más pequeños y hay que trabajar más para sacar lo mismo”. En este sentido, Cárdenas reconoce que la crisis económica está afectando a su empresa, pues “los alquileres son más cortos, los precios más baratos y es más difícil conseguir financiación para iniciar nuevos proyectos o bien simplemente renovar anualmente la flota”. Sin embargo precisa que Class Rent a Car ha seguido creciendo en estos últimos años de crisis. “A día de hoy es una empresa completamente saneada y con nuevos y ambiciosos proyectos en cartera”, explica.
Una de las principales metas de este consolidado rent a car es abordar con éxito las nuevas tecnologías. “Es nuestro reto presente y futuro. Cada vez son más los clientes que hacen sus reservas por internet y menos los que acuden a nuestras oficinas. Debes disponer de una página web atractiva, fiable rápida y bien posicionada para tener acceso a este nicho de mercado”, puntualiza.
Por el momento, lo que no se plantean es expandir su presencia al resto de Balears porque implica “crear otra estructura completamente nueva y dotarla con los mismos servicios que la que ya existe, porque no puedes aprovechar nada de lo que ya tienes”. En este sentido, Juan Cárdenas reconoce que hay empresas locales de Eivissa que lo han intentado “no siempre con mucho éxito”, pero esto no significa que lo descarten de cara a un futuro.
SOBREVIVIENDO. En cuanto a la situación que están viviendo las empresas de alquiler de coches locales, Cárdenas, que es presidente de la Asociación de Rent a Car de Pimeef, destaca que están “sobreviviendo” debido a que en los últimos cuatro años se han tenido que enfrentar “a cuatro elementos externos que han hecho tambalearse, y en algunos casos colapsarse, los cimientos de las empresas locales del sector”. El primero de los motivos, según apunta, se centra en la delicada situación económica, que les ha afectado por partida doble. “Tenemos menos clientes, especialmente de los mercados español e italiano, y con menos dinero. A esto hay que sumar que se reduce la duración de los alquileres”. El decreto de lucha contra los taxis pirata que desarrolló el Govern también les afectó, pues inicialmente suponía la inmovilización del vehículo aunque fuera de un alquiler de coches, y los rent a car tenían que pagar para retirar los vehículos de los retenes municipales. “Nos ha afectado muchísimo en multas pagadas, coches inmovilizados y alquileres perdidos, cuando tenías la mínima sospecha de que el cliente que te pedía un coche podía ser un taxista pirata; hemos tenido que dedicar grandes esfuerzos que aún estamos pagando”, señala el presidente de la patronal de rent a car. De hecho, aún hay empresas que están pagando facturas por las inmovilizaciones de la ley contra los taxis pirata: “Tenemos muchas reclamaciones presentadas ante las administraciones locales porque nos inmovilizaban el vehículo que habían interceptado que se usaba como pirata. Esto implicaba que este coche no se podía alquilar al estar retenido y que teníamos que hacer frente a una multa porque había sido usado como taxi ilegal, además de abonar una tasa por todo el tiempo que el vehículo había estado retenido en el retén municipal. Las reclamaciones ante las administraciones locales aún no han tenido respuesta”, precisa.
Una de las medidas que proponen para controlar y frenar la presencia de taxis ilegales se centra en crear una “base de datos con los taxis pirata que sean reincidentes; creo que con esto, aunque es difícil, se podría erradicar esta plaga”, señala.
MULTINACIONALES. La cada vez mayor presencia de multinacionales dedicadas al mismo negocio también les está afectando: “Las grandes empresas instaladas en el aeropuerto hacen frente a costes mucho más bajos que los nuestros y llevan a cabo políticas comerciales engañosas. Por ejemplo ofertan un coche a 18 euros la semana cuyo precio realmente se triplica. Esto nos perjudica gravemente y daña mucho la imagen de todo el sector de alquiler de coches”. Pese a las dificultades, Cárdenas señala que la presencia de empresas locales no ha disminuido: “Es relativamente fácil crear un rent a car con 10 o 15 coches. Otra cosa es si estas microempresas tienen todas las autorizaciones administrativas pertinentes y ofrecen calidad en el servicio”. En este sentido, otro de los problemas a los que tienen que hacer frente es el intrusismo en su sector: “Hemos estado años sin una mínima regulación y ha dado igual el número de vehículos que tuvieses, la antigüedad de los mismos y si cumplías o no los requisitos legales”.
En la actualidad, uno de los mayores logros del sector ha sido pasar a depender de Turismo en lugar de Transporte, lo que esperan que redunde en un mayor control del intrusismo. “Es una reivindicación que siempre hemos planteado al Govern y que acabamos de conseguir. Ahora tenemos que marcar unas líneas eficaces para acabar con el intrusismo y la competencia desleal”.
AHORRO EN IMPUESTOS. Una de las últimas medidas que adoptó el sector tras el intento de ‘impuesto verde' que quiso implantar el Govern es pagar el impuesto de circulación en la Península para así recordar que las grandes empresas no tributan en Balears: “El ahorro entre pagar el impuesto en Eivissa y pagarlo en la Península puede llegar al 85%. Somos empresas locales y nos gusta tributar en la tierra donde vivimos y trabajamos. Pero queremos poder competir en igualdad de condiciones con las multinacionales y poder seguir creciendo y generando empleo”, concluye Cárdenas.
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