La escena central del belén de Sant Elm muestra a San José y a la Virgen María en el pesebre junto a Jesús rodeados de pastores. | Daniel Espinosa

El belén de la iglesia de Sant Elm de Vila, que en 2017 cumplirá 60 años de historia, abrió ayer sus puertas con el objetivo de superar las 5.400 visitas que recibieron el año pasado.

El nacimiento ocupa 40 metros de superficie y es obra del belenista José Luis Marcos que ha trabajado un total de 20 días para montar un belén que este año como novedad incorpora una catarata con agua. Marcos explica que su escena preferida en la Anunciación: «Es la escena más recogida y utilizo las figuras más bonitas que son reproducciones del escultor Salzillo».

Los primeros visitantes llenaron ayer la iglesia durante su inauguración y Juan Marí Mayans, encargado de custodiar el belén, confía en que la gente siga viniendo porque «esta tradición no se puede perder».

El coste del montaje de este año ha sido de 1.600 euros costeados por los feligreses mientras que el Ayuntamiento de Eivissa ha instalado la rampa y la tarima donde se instala el belén. El horario para visitarlo es de 9 a 13 horas y de 17 a 19.