Los vecinos de Sant Rafel se volcaron un años más, y ya van 23, con la comida solidaria que recoge fondos para los proyectos de Manos Unidas. Este año la recaudación se destinará a dos proyectos educativos que se traducirán en la construcción de tres aulas en Tanzania y la reconstrucción y equipamiento para una escuela en la República Democrática del Congo.

Esperanza Ribas, una de las responsables de la organización junto a Antonia Cardona, subrayó que un año más, «hemos tenido una respuesta impresionante. Sant Rafel siempre se vuelca con Manos Unidas desde que hace más de dos décadas». Agradeció «enormemente» la colaboración de la familia de Can Juan Marge, propietarios del bar El Cruce, quienes cocinaron una paella para más de 300 comensales.

«Da mucha satisfacción ver cómo colabora todo el pueblo con esta causa humanitaria», subrayó la delegada de Manos Unidas, Pepita Ribas, quien apuntó que a las más de 300 personas que han comprado el tique de 15 euros para la comida, hay que sumar otras muchas que aportan a través de una ‘fila cero'. La recogida solidaria se completaba con una rifa.

Margarita Portas, quien acaba de regresar de Tanzania, subrayó el «espíritu, la alegría y las ganas de participar de los tanzanos en la reconstrucción de las escuelas».

Los más de 5.000 euros recogidos ayer serán un impulso para estos proyectos solidarios.