«Las cosas no han cambiado en México sino para empeorar, continúan los atracos, las extorsiones, los secuestros, las desapariciones, los feminicidios, la discriminación, la impunidad y el cinismo», ha señalado Del Paso en la solemne ceremonia celebrada en la Universidad de Alcalá de Henares, en presencia de los Reyes.
Y ante el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, el secretario de Cultura de México, Rafael Tovar, y el líder de la oposición Pedro Sánchez, entre otros personalidades y representantes institucionales.
En silla de ruedas, muy elegante, con traje azul de raya diplomática roja y con una corbata roja y amarilla, para llevar a España «en el pecho, muy cerca del corazón», el escritor mexicano ha dicho: «criticar a mi país en un país extranjero me da vergüenza.
«Pues bien, me trago esa vergüenza. No denunciarlo, eso sí que me daría aún más vergüenza», ha precisado, al tiempo que ha subrayado que ha querido aprovechar «este foro internacional para denunciar a los cuatro vientos la aprobación en el Estado de México de la bautizada como Ley Anteco.
«Una ley opresora -ha explicado- que habilita a la policía a apresar e incluso a disparar en manifestaciones y reuniones públicas a quienes atenten, según su criterio, contra la seguridad, el orden público, la integridad, la vida, los bienes... Esto parecería tan solo el principio de un Estado totalitario que no podemos permitir», dijo el escritor en un discurso personal y muy emotivo al recibir el premio.
El escritor mexicano al recibir el premio Cervantes, el máximo galardón de las letras en castellano, también ha hecho un elogio de la lengua en castellano y recordó que «desde hace 81 años y 22 días», cuando llora, lo hace en castellano, pero también ríe habla y escribe en castellano.
Por su parte, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, quien ha abierto la ceremonia de entrega del premio ha destacado que Del Paso reconoce la literatura como «la forma más alta de expresión», «una recreación de la vida, la libertad y la esperanza», pero su curiosidad lo ha llevado a apasionarse por otras disciplinas como la pintura y la historia.
Méndez de Vigo ha destacado la preocupación del Premio Cervantes por el destino de la humanidad, como demuestra en su libro «Palinuro de México» en el que «sintetiza su compromiso con los desheredados de la tierra» al afirmar: «Los verdaderos agitadores son la miseria, la ignorancia y el hambre».
También ha resaltado el amor de Del Paso por el idioma español a lo largo de su vida y ha recordado las palabras que pronunció en el homenaje recibido con motivo de su octogésimo aniversario en el Palacio de Bellas Artes en México: «Fue una gran suerte haber nacido en México y hablar y escribir en lengua castellana».
El Rey Felipe VI ha cerrado la ceremonia y en su discurso ha asegurado que la riqueza del español se debe a su capacidad de «continua transformación» y a su «mestizaje permanente en el que cada país del mundo en que se habla es un afluente que rejuvenece y ensancha a cada tramo su inmenso caudal».
En la ceremonia que coincide con la celebración este años del 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, el Rey ha agradecido a Del Paso «todo lo que su obra nos aporta, nos deleita e interroga», así como «su testimonio de amor a una lengua y a una tradición literaria que hoy honramos».
Tras el discurso con el que ha clausurado el acto, el Rey, junto a la Reina Letizia, ha acompañado al autor galardonado y a su esposa, Socorro, hasta el patio del edificio histórico de la Universidad de Alcalá para hacerse una «foto de familia», en la que también han posado el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy; el ministro de Cultura en funciones, Íñigo Méndez de Vigo; y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
Y el premiado, ya más distendido, pero «muy cansado», «honrado y halagado» y en compañía de su esposa ha charlado con los periodistas para decir que tenía que hacer un discurso «duro» porque «era necesario».
«Tengo esperanza pero las esperanzas se van gastando», ha subrayado el autor de «Noticias del Imperio». Del Paso ha explicado que había buscado durante tiempo la corbata roja y amarilla y que finalmente se la consiguió en Estados Unidos.
La reina Letizia, vestida con un traje azul oscuro, ha charlado de forma muy amigable con el premiado y su esposa, al tiempo que ha cogido en brazos a la bisnieta del premiado. «La reina me ha dicho que le había gustado mucho mi discurso, por su emotividad y sentido del humor», ha concluido del Paso.
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