Chris Martos y su banda al completo sobre el escenario de Can Ventosa el pasado viernes.

«Pletórico, muy contento y satisfecho», este era el estado en el que estaba sumido el cantante Chris Martos tras el concierto del pasado viernes en Can Ventosa. Pasaban pocos minutos de las 22 horas y la gente iba ocupando sus asientos para disfrutar del espectáculo en el que Chris Martos y toda su banda, formada por Joan Barbé (guitarra), Iván Domenech (guitarra), Jano Blanco (bajo) y Fernando Hormigo (batería), llevaban trabajando durante meses.
El motivo de este concierto era presentar el segundo disco del cantante y compositor Chris Martos, titulado Déjà vu y que vio la luz el pasado diciembre. «Yo creo que el público y yo hemos conseguido conectar», afirmaba Martos tras el recital, visiblemente ilusionado. Él mismo agregaba que su deseo para esta actuación era que «hubiera momentos sensibles para pensar y sentir, con danza, con imágenes y que lograran que trascendiera lo que ofrece un concierto de rock al uso».
Crecimiento
Su propuesta, que seguirá creciendo en los próximos meses, probablemente en un formato más reducido, logró que los asistentes, que ascendieron a más de 200, vibraran en todo momento con lo que ocurría en el escenario. «Creo que la gente ha estado muy receptiva», aseguraba Chris Martos.
El comienzo del concierto, con las proyecciones de David Escudero y la danza, a cargo de varias alumnas de la escuela Capricorn, hizo que el público entrara poco a poco en el universo creativo de Chris Martos, que los guió por un recorrido sonoro que culminó en un colosal e intenso tema final, Nuestro plan ya no es perfecto.