El director del Conservatorio, Jaime Manuel Ribas, posa frente a la entrada del nuevo edificio, ayer, cuando ultimaba algunos detalles del traslado. | Marco Torres
A marchas forzadas para que todo esté listo a tiempo y con mucha ilusión se está preparando estos días el traslado definitivo del Conservatori de Música i Dansa d'Eivissa i Formentera al edificio de la Avinguda Espanya donde las clases comenzarán un día después de la inauguración, que se celebrará el próximo miércoles.
Este nuevo conservatorio nace con la duda de si podrá ampliar su oferta docente de cara al curso que viene. La delegada de Educació en Eivissa, Laura Carrascosa, no se ha aventurado a asegurar que este aumento de las especialidades pueda llevarse a cabo de cara al próximo curso: «Ahora mismo estamos centrados en la mudanza y lo único que puedo afirmar es que trabajaré duro para trasladar todas sus peticiones a la Conselleria y luchar para que puedan ejecutarse lo antes posible». La crisis y el proceso de oposición para acceder a las plazas de interinaje que deberían superar los profesores aspirantes a impartir clases en Eivissa son las principales razones de esta incertidumbre.
Esta será la primera vez en los 31 años de historia del centro que se planteará ampliar la oferta formativa. Según el director del Conservatorio, Jaime Manuel Ribas, «durante muchos años hemos estado a una capacidad del 100% en el edificio de Cas Serres y era imposible ampliar la oferta por una cuestión de espacio. En el nuevo edificio, no es que nos sobre pero hay sitio para incorporar nuevos retos. La situación era diferente pero ha llegado el momento de hablar de este tema».
Presente
Actualmente pueden cursarse en el Conservatori piano, guitarra, toda la familia de instrumentos de cuerda, flauta, clarinete, saxo y trompeta, una oferta claramente precaria para el potencial que tiene el nuevo edificio. «En el Conservatorio aún faltan muchas especialidades muy importantes y necesarias como por ejemplo, percusión, trompa, trombón, fagot, tuba y canto. Son siete especialidades musicales que, junto a la danza, sí pueden cursarse en el Conservatorio de Palma e incluso en el de Menorca», aseguró ayer Manuel.
El director del Conservatori está convencido de que las que deben incorporarse con más urgencia son percusión, tromba y trombón. «Serán un éxito», aseguró. Según él, el canto y danza pueden esperar, a pesar de que el centro está completamente equipado para poder acoger estos grados, al menos en sus primeros cursos. «En el momento en que la danza se incluya dentro de la oferta formativa del nuevo conservatorio tenemos que estar seguros de que podemos hacerlo con la calidad que corresponde a un gran conservatorio. Hoy por hoy, tenemos una sala fantástica y salas individuales de estudio», apuntó Manuel y es que la carga lectiva de horas presenciales de un alumno de danza duplica la que necesita un músico en su último año de carrera y por lo tanto, a día de hoy, este espacio no sería suficiente.
Objetivos de futuro
Con este nuevo centro de formación de alto nivel Jaime Manuel Ribas desea llegar a satisfacer la demanda de un movimiento musical que ha ganado en trascendencia en los últimos años en la isla y espera conseguir en el futuro, gracias a este Conservatorio «de lujo», según sus propias palabras, «una Orquesta Sinfónica, una Joven Orquesta Sinfónica, una Banda Sinfónica y una Joven Banda Sinfónica. Por fin tendremos el Conservatori que Eivissa merece».
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