G. RomaníSa Raval eivissa01/12/09 0:00
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Comenzaron hace diez años, eran jóvenes y tenían muchas ganas. Ahora algunos han crecido diez años, otros ocho y otros doce, todo sea para compensar. No había niños pero ya hay hijos y disfrutan como los padres, 'Sa Raval des Pa i Oli' cumple una década organizando las fiestas de Sant Francesc, y ocasionalmente los Carnavales, que antes eran rotativos en los distintos núcleos de la isla, por lo que se pueden sentir más que satisfechos.

Lo reconocía Cristina, una de las portavoces de la comisión. «Celtas Cortos es un regalo que nos hemos hecho a nosotros mismos, nos gustaba a casi todos y después de diez años lo hemos conseguido». Claro que nadie habla de las dificultades, del coste de esta actuación de superlujo y como mucho, que no es poco, agradecen a las empresas colaboradoras que han hecho posible pagar el caché de los vallisoletanos, un conjunto que con su feeling, su despliegue cómplice a diversas generaciones de fans, no defraudó en absoluto.

La exposición, recortes de periódicos, carteles de fiestas, fotografías de las actuaciones, de los eventos, de los niños ahora mayores, de las procesiones, del ball pagès y de las tradiciones es algo más que todo ello; la actuación del pasado fin de semana de 'Celtas Cortos' no deja de ser un hito más, algo anecdótico, muestra una trayectoria comprometida con las fiestas de Sant Francesc, con la doble dificultad de coincidir en mala época climatológica y antes de Navidad, cuando parece que no hay espacio para grandes eventos, pero los hechos lo desmienten.

Y los testimonios gráficos y periodísticos son decisivos, a nadie se le puede escapar la trayectoria de la comisión, pues ahí están ellos, sus carteles, sus propuestas y, sobre todo, los actores, los dobles actores empezando por el público y siguiendo con los artistas musicales, festivos, infantiles, lúdicos, peregrinos, payasos e iluminados que han dado continuidad a la fiesta. Y eso es lo más importante, que siga la fiesta y a tenor de lo visto, los formenterenses pueden confiar en que la fiesta no va a decaer, que la marcha seguirá por largo tiempo.