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La gerente del Gremio de Exhibidores de Cataluña (Gec), Pilar Sierra, aseguró en una entrevista con Europa Press que la futura Ley del cine catalán va en detrimento del formato digital en las salas porque «desde la primera copia obligan a incluir el catalán», por lo que los distribuidores preferirán no pagar ese doblaje o subtitulado y repartir 15 copias en 35 milímetros.

Hasta las 15 copias dobladas los distribuidores están exentos de traducirlas al catalán, por lo que Sierra consideró que muchos de ellos preferirán seguir con el formato tradicional porque les resultará más barato.

La ley obligará a doblar o subtitular al catalán la mitad de las copias de las películas que se estrenen en Cataluña con más de 15 ejemplares, algo que los exhibidores consideran que no se corresponde con la realidad, ya que la distribución óptima, a su entender, sería el 80% en castellano y el 20%, en catalán.

«Su propuesta implica que siempre haya dos salas ocupadas con la misma película, algo que supone un prejuicio para el espectador porque disminuye la oferta», y para ellos porque representa renunciar a otra película que les daría más recaudación, consideró.