Fueron muchas las personas que escucharon por primera vez las palabras Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001. Hasta entonces, el grupo terrorista liderado por Osama Bin Laden había logrado una cierta presencia internacional gracias a una serie de atentados en Àfrica, pero los dos aviones que impactaron contra las Torres Gemelas de Nueva York convirtió a la organización y, principalmente, a su cabeza visible, en auténticas estrellas mediáticas.

Pero, ¿cómo se fraguó una operación de tal dimensión? ¿De qué modo conspiró la historia para permitir que un puñado de árabes fanatizados destrozaran en una soleada mañana neoyorquina la tranquilidad lograda tras el fin de la Guerra Fría? El escritor, guionista y periodista Lawrence Wright se empeñó en responder a estas preguntas. El resultado, La torre elevada, ha merecido el premio Pulitzer y una nominación al National Book Award estadounidense, entre otros galardones y menciones.

Y lo hace como si de una novela de intriga se tratara, manejando con tino los tiempos y los personajes, envolviendo lenta pero escrupulosamente la figura de Osama Bin Laden, el saudí que sacudió los cimientos del mundo.

Pero para llegar a Bin Laden, Wright es plenamente consciente de que hay mucha historia que contar y muchas y complejas personalidades en las que posar nuestros ojos. Empezando por el agente del FBI que convirtió a Al Qaeda, cuando aún estaba en un estado casi embrionario, en su máxima prioridad y, por qué no decirlo, obsesión.

Porque el autor ejecutará un revelador viaje a los orígenes del islamismo radical, aunque sin descuidar los errores domésticos que llevaron a EE UU a convertirse en un objetivo vulnerable a las acciones terroristas de quienes en su día apoyó.

La historia, las grandes líneas de la historia, se escriben muchas veces en los márgenes de las páginas. Agentes anónimos del FBI o la CIA sabedores de los peligros que emergen de Oriente Medio, o profesores islamistas que, tras vivir en occidente, radicalizan sus ideas.

Ese es el caso de Sayyid Qutb, el hombre sin el que puede que no estuviéramos hablando de esta historia. Egipcio de nacimiento, Qutb fue el primer mártir del islamismo moderno en su vertiente radical. Abogó por un gobierno inspirado en el Islam para su país y teorizó acerca del asesinato político amparado por la religión. Qutb fue ejecutado, pero sus ideas germinaron ya como mártir. Uno de quienes prestaron oídos a su llamamiento fue un joven llamado Ayman al-Zawahiri, quien también probó la cárcel y la tortura y, con el tiempo y un par de casualidades, terminaría convirtiéndose en la mano derecha de Bin Laden, un joven de buena familia de Arabia Saudí que terminó luchando contra los rusos en Afganistán con el apoyo de la CIA y que acabó atacando el corazón mismo de la superpotencia.

Wright narra con vigor y maestría todos estos cruces de caminos, convirtiendo por momentos este ensayo en una narración mucho más interesante que cualquier novela de intriga política. Con el aliciente de que, además, al escribirlo tomó la difícil decisión, en un EE UU gobernado aún por George W. Bush, de no ser en absoluto complaciente con la actuación de su propio país en el auge de Al Qaeda. Wright no escatima críticas a la falta de colaboración entre agencias

La torre elevada. Lawrence Wright. Debate. 582 páginas

Pep

Tur