La saxofonista holandesa Tineke Postma fue la encargada de cerrar el programa de la segunda jornada del festival en el baluarte de Sant Pere. Foto: MARCO TORRES

PEP TUR

Las expectativas estaban muy altas el pasado jueves por la noche en el baluarte de Sant Pere. Eivissa Jazz Experience y el cuarteto de Tineke Postma no lo tenían fácil tras la avasalladora actuación del pianista Joachim Kühn la velada anterior. Tanto los músicos como el público eran muy conscientes de ello. Quizás por ello los aficionados al jazz volvieron a responder llenando el acogedor baluarte de Sant Pere y, con puntualidad británica -los conciertos se retransmitían en directo por Radio 3-, pocos minutos después de las diez de la noche el grupo reunido por el pianista gallego Abe Rábade subía al escenario.

A Eivissa Jazz Experience la calidad se le presuponía después de tres apariciones en los escenarios ibicencos. Y no defraudaron. Rábade reunió para esta ocasión a Joaquín Chacón (guitarra), Enrique Perdomo (saxo tenor y soprano), Hugo Astudillo (saxo alto), Max Gómez (batería) y Pablo Martín (contrabajo) y sigue sorprendiendo la facilidad que tienen para entenderse los combos que organiza.

Tal y como es habitual, Rábade combinó temas propios con composiciones del resto del conjunto, destacando en el repertorio la pieza Indian, de Perdomo -que contó con un hermoso crescendo final-, y el arreglo sobre el Countdown de Coltrane de Rábade (parte de un disco, Kind Steps, que verá la luz posiblemente en diciembre) que cerró el recital, más corto de lo que les hubiera gustado, según confesaba el pianista poco después de bajar del escenario, pero la retransmisión radiofónica obligó a ajustar el tiempo. Los asistentes pudieron disfrutar igualmente de los aires ligeramente flamencos de Trece de la suerte, de Pablo Martín, uno de los temas más aplaudidos, o de Al final del día, firmado por Chacón.

Entre tanto valor acreditado hay que mencionar igualmente la solvente tarea de Max Gómez, batería gallego de 22 años y alumno de Rábade, que no desmereció en absoluto al resto de sus compañeros sobre el escenario.

Rábade también tuvo el detalle de agradecer el esfuerzo de todas las personas que hacen posible el festival año tras año, agradecimiento que compartieron todos los presentes con un caluroso aplauso.

Con el público encendido por la actuación de Eivissa Jazz Experience, le tocó el turno al cuarteto de la saxofonista holandesa Tineke Postma, de quien no puede ponerse en duda su calidad como instrumentista, pero a la que tal vez le faltó algo de chispa en el baluarte de Sant Pere. Junto a ella estuvieron Enrst Clerum (contrabajo), Marc van Roon (piano) y Martijn Vink (batería).

Con unas clara influencia de Wayne Shorter -a quien reconoció admirar y al que dedicó un tema, Short Conversations-, Postma cumplió con todos los parabienes de rigor, tanto acerca del emplazamiento del festival como del calor del público, pero se notó una cierta distancia con el respetable, a pesar de que sus composiciones tenían un punto de accesibilidad que en otras circunstancias (tal vez si Kühn no hubiera tocado el día anterior) hubiera funcionado mejor.