Adrián Martínez Marí estudia Bellas Artes en la Universidad de La Laguna.

JULIO HERRANZ

Adrián Martínez Marí es ibicenco, aunque está cursando sus estudios de Bellas Artes en la Universidad de La Laguna (Tenerife), donde el próximo año cursará el último curso. El pasado lo ha hecho en Italia, gracias a una beca Erasmus. Hasta ahora sólo ha presentado su trabajo en exposiciones colectivas en las Canarias y en algunos puntos de Italia. Para su obra, elige imágenes «que me sirvan como metáforas de la vida contemporánea» y con reflexiones sobre el paisaje y la identidad.

-¿En qué momento académico está?

-En la facultad de la Laguna de Tenerife la licenciatura son cinco años, y el próximo haré el último curso de la carrera. Se presenta importante, ya que seguiré desarrollando mi proyecto personal. El curso pasado estuve estudiando en Italia gracias a una beca Erasmus. La facultad no fue lo que esperaba, pero el lado positivo fue la cantidad de obra que produje y la reflexión sobre ella.

-¿Qué pasos artísticos (exposiciones, premios...) ha dado ya?

-Hasta ahora siempre he presentado mi trabajo en exposiciones colectivas, en galerías de Tenerife, de la mano de la facultad o con compañeros de clase.; y este año en sitios de Italia: Carrara, Massa y Roma. Surgieron de forma independiente a la facultad, y me di cuenta de la dificultad de encontrar galerías o salas para artistas jóvenes.

-¿Por qué le dio por la pintura, simple vocación?

-En los primeros años de carrera toqué distintas técnicas, pero la pintura se me presentó como un ejercicio idóneo para la representación, donde me muevo cómodamente. Aún así, se me presentan crisis cuando me enfrento a ella, aunque creo que esto es vital para avanzar. Soy consciente de que en el arte actual la pintura queda desbancada por otras expresiones artísticas relacionadas con la tecnología. De todos modos, no utilizo solo la pintura como medio, la búsqueda del material es una actitud importante en el mundo de la representación visual

-¿Se atrevería a explicar lo que pinta?

-Elijo imágenes que me sirvan como metáforas de la vida contemporánea, y corresponden con reflexiones que tienen que ver con el paisaje o la identidad. La pintura se me presenta como un ejercicio de búsqueda abierto a otras técnicas si el proyecto lo requiere. Últimamente trabajo sobre el concepto de inmersión, la escenografía y la simulación de espacios, dentro del paisaje del turismo contemporáneo.

-¿Ha presentado ya su obra en su isla natal?

-No; estos años he estado enfrascado en el círculo artístico canario, pero ahora, con más seguridad en mi trabajo y con un poco de nostalgia pretendo llevarla a Eivissa. Para empezar me presentaré al Premi Tardor.

-¿Está al tanto de las tendencias artísticas en boga?

- Lo procuro; estar al tanto de lo que se hace hoy en día ayuda a que tu obra no quede obsoleta. Intento ir a todas las exposiciones posibles para aprender desde el punto de vista del espectador.

-¿Cree que al arte le sienta bien la crisis financiera?

-Para el arte joven la crisis se presenta como una oportunidad para darse a conocer. Quizás sea un buen momento para promocionarse como artista desde espacios alternativos, que al no depender del mercado te permiten realizar proyectos sin la presión del galerista.

-¿Cómo se ve creativamente a los 40 años?

-Para entonces puede que mi obra haya dado mil vueltas. Me gustaría estar siempre dentro del círculo artístico; salas y centros de producción son importantes; y últimamente encuentro interesante trabajar en éstos, no sólo con proyectos expositivos, sino también de gestión

-¿Tiene la intención de vivir de su arte o será profesor?

-Soy consciente de que vivir de tu arte es complicado, y el mercado del arte actual no me convence del todo por las experiencias que he tenido, donde el dinero parecía más importante que la obra. No descarto ser profesor, pero creo que hay otras vías para poder vivir de ésto. Ni me gustaría ver que el arte actual se convierte en una especie de Operación Triunfo. El arte no debería ser herramienta del espectáculo, sino argumento cultural.